La Ciudad de México, San Luis Potosí, Coahuila, el estado de México y Jalisco son las entidades que registran el mayor número de casos positivos por influenza en lo que va de la temporada estacional. De los 5 mil 757 casos, 37.9 por ciento se concentran en estas cinco entidades y hasta ahora suman 92 de los 299 fallecidos, reporta la Secretaría de Salud.
Desde el 31 de diciembre de 2019 que inició la epidemia por el coronavirus Covid-19, cuando China reportó al mundo casos de una neumonía de origen desconocido, la Ssa dice que en México se han registrado 4 mil 342 casos confirmados de influenza y 223 fallecimientos.
Al dar a conocer los informes semanales epidemiológicos, la Ssa informó que la neumonía, bronconeumonía y las infecciones estomacales, son las principales afecciones que en este momento registran un incremento en el país. Contrario a lo que ocurre con la influenza, que reportó un descenso.
El que las personas presenten síntomas como tos, flujo nasal y temperatura elevada puede alertarles y considerar que podrían haber contraído el Covid-19, sin embargo, hay una diferencia en los malestares, porque en el caso de la epidemia las personas registran, además de las anteriores, dificultad para respirar.
Hasta el último registro, correspondiente al 7 de marzo, hay un crecimiento de 3.4 por ciento en las infecciones respiratorias agudas, mientras que en casi la mitad del país (14 entidades) se incrementaron las enfermedades diarreicas agudas, sin que en este caso se reporten decesos.
Hasta el 19 de marzo, el informe semanal de la temporada de influenza estacional 2019-2020, reporta que en el primer lugar se ubica la Ciudad de México con 718 casos que dieron positivo a uno de los tipos de influenza y de ellos 24 personas han fallecido.
Por el número de casos reportados como positivos le siguen San Luis Potosí con 430 casos, Coahuila con 371, el estado de México con 334 y Jalisco con 327 casos.
Los que registran menores casos son Campeche (27), Tabasco (47), Guerrero (49), Colima (57) y Tamaulipas (63).
Desde el inicio de la temporada epidemiológica, registrada el 29 de septiembre, Jalisco se convierte en la entidad con el mayor número de fallecidos por influenza, al sumar a 31 personas, seguido de la Ciudad de México (24), Sonora (24), Hidalgo (22) y Guanajuato (18).
La secretaría informa que de los 299 casos registrados en el país en este periodo, 7 de cada diez fallecimientos fueron de aquellas personas que presentaron influenza tipo AH1N1 (229) y el resto por influenza tipo A, B o AH3N2.
Al explicar las razones por las que la salud de las casi 300 personas las llevó a la muerte, se pudo identificar que 94 por ciento de ellas no habían recibido ninguna vacuna contra alguna de las variedades de influenza.
También fueron factores la presencia de enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión arterial, obesidad, tabaquismo, insuficiencia renal crónica y EPOC.
Al momento de su atención casi cuatro de cada diez personas presentaron un retraso en el inicio de un tratamiento por Oseltamivir o en solicitar la atención médica.
Durante el periodo de declaración de alerta por el surgimiento del coronavirus Covid-19, en México se incrementó el numero de casos confirmados de influenza entre enero y febrero, al pasar de mil 698 casos a 2 mil 220.
Mientras que en lo que va de marzo el reporte estadístico sólo tiene 424 casos, por ello la Ssa menciona que hay un descenso de los casos.
“Hasta el momento el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) no ha identificado mutaciones relacionadas con cambios antigénicos, ni cambios en la virulencia o patogenicidad del virus de influenza. No se han identificado resistencias virales a Oseltamivir”.
Según la Secretaría de Salud durante la época epidemiológica 43 mil 466 personas adicionales han registrado alguna enfermedad tipo influenza o bien una infección respiratoria aguda grave como neumonía y bronconeumonía.
Las infecciones respiratorias son ocasionadas en su mayoría por virus, aunque también pueden ser bacterias o parásitos, que se transmiten de persona a persona a través de las gotitas de saliva que expulsamos al toser y estornudar.
También pueden ser por contacto con superficies contaminadas como manijas, mesas, escritorios, barandales o en el transporte público, entre otros.