Los jóvenes entre 18 y 29 años son los que tienen dificultades para incorporarse al mercado laboral formal, debido a la falta de experiencia y habilidades, como el manejo de un segundo idioma y conocimientos técnicos. Y padecen más los que tienen mayor nivel de escolaridad: licenciatura y posgrado.
El 56% de los jóvenes de la generación Milennial y Centennial, ven la falta de experiencia como su principal dificultad para encontrar un empleo formal. Incluso quienes cuentan con experiencia: el 32% refirió tener menos de un año y el 23% con experiencia en el sector informal.
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Así lo reveló el estudio “Escasez de Oportunidades Laborales para los Jóvenes”, de Manpower Grup y Junior Achievement Américas, que tuvo un año de duración, manifestó Héctor Márquez Pitol, director de relaciones institucionales de MPG.
Enfatizó que en este momento de modificaciones de las formas de trabajo, las generaciones milenials y centennials, requieren replantear su preparación, adaptar sus objetivos profesionales y explorar los sectores productivos que captan talento. Eso los ayudará a perfilarse como trabajadores del futuro.
Señaló que para incorporarse al mundo del trabajo formal, requieren tener más experiencia. “Por lo general se paga más por la experiencia que por el nivel de estudios. Así es que mientras más pronto se incorporen a las organizaciones a través de programas de entrenamiento y conozcan diversas áreas, más factible será alcanzar los puestos y sueldos deseados”.
Además, el especialista comentó que esta dificultad laboral para los jóvenes se agrava por regiones y escolaridad.
En el norte, valle y centro de la República, se encuentran los mayores índices con el 84%, 82% y 81%, respectivamente. En el sureste es menor, con el 70%.
Y a mayor nivel de escolaridad, los jóvenes tienen más dificultades para emplearse: con estudios de licenciatura en un 83% de dificultad; 79% con posgrado y 76% con bachillerato.
Pero son los jóvenes con mayor grado de escolaridad, quienes más participan en el empleo formal; y a menor nivel educativo, sus oportunidades laborales se enfocan en el sector informal.
Además, quienes cuentan con posgrados tienen un 79% de participación en el sector formal y los que solo cuentan con estudios de primaria, el 75% se ocupan en la informalidad.
Márquez Pitol manifestó que existe un bono demográfico que hay que capitalizar. “Los jóvenes de ahora tienen un mejor nivel educativo que los de hace 20 años. Su nivel de cultura digital también es superior”.
Precisó que el salario es el factor determinante para que los milennials y centennials acepten o no un puesto. Además, evalúan sí se trata de un empleo formal, esto es contrato y prestaciones de ley o superiores, junto al crecimiento y flexibilidad laboral así como la cercanía del centro de trabajo a su domicilio.
Este estudio detectó que las 10 áreas a las que más se aplican los jóvenes en el país, son: gestión administrativa y de oficina; recursos humanos, manufactura, representantes de ventas, tecnologías de la información, mercadotecnia, contabilidad y finanzas, logística y transportes, servicio al cliente, construcción, arquitectura y diseño.
Los resultados de este estudio conjunto, reafirma la creciente necesidad de exponer a los jóvenes a experiencias de aprendizajes vivenciales; “pero más aún, el acercarles estas experiencias a tiempo y en forma para convertirlas en realidades”, manifestó.
“Hoy más que nunca, es clave ayudar a los jóvenes a conectar teoría con el mundo real para darle sentido a lo que están aprendiendo y contribuir a facilitar su acceso al mercado laboral”, comentó Leo Martellotto, presidente de JA Américas.
Y señaló que a nivel latinoamericano, México junto con Ecuador y Argentina se posicionan en el cuarto lugar, con menor índice de dificultad de empleo para los jóvenes, solo por delante de Bolivia con 81% y por detrás de Perú con 75%; Colombia, 65% y República Dominicana, 60%.
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