La pandemia deja lecciones importantes. Me refiero a dos de ellas. Primero, que tenemos que resolver los problemas de salud pública que han incidido en la alta tasa de mortalidad. Tenemos que generar políticas de salud para combatir la diabetes, la obesidad, la hipertensión, y que las y los mexicanos tengamos en general una mejor salud.
La segunda lección es que necesitamos con urgencia un sistema de seguridad social universal que, progresivamente, permita cubrir a toda la población.
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Este sistema debe incluir acceso a servicios de salud, guarderías, pensión y seguro de desempleo. Esta es la única manera de reducir las brechas de desigualdad y romper con el problema del sector "formal" e "informal".
La última dimensión es que para financiar este sistema de seguridad social universal necesitamos una verdadera y profunda reforma que inicie con el componente tributario y genere una recaudación acorde con las necesidades del país.
La misma debe reducir los costos de transacción asociados al pago de impuestos y la evasión. Además de la reestructura del ISR y el IVA.
Necesitamos rediseñar el mecanismo de coordinación fiscal y transferir facultades recaudatorias a los estados.
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