Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992, consideró que más allá de pedir disculpas por la colonización, se tiene que adoptar una “visión positiva, propositiva y dignificante para los pueblos indígenas”.
Asimismo pidió desde el Senado de la República, que se elimine “la discriminación, la opresión, no exista más la opresión y que nos valoremos mucho los pueblos de América como países pluriculturales, multiétnicos”, al tiempo que criticó que en el país no este tipificado el delito de la discriminación como en otros.
“Me parece que es un momento en el que hablemos de eso y de muchos otros temas que significa la colonización y lo que significa también los actuales regímenes de colonialismos internos”, añadió.
Para este fin, propuso a los legisladores “una mesa de trabajo, de alto nivel, donde puedan unirse los esfuerzos del Senado, de la Cámara de Diputados, del Congreso”, pues dijo va ser difícil que se logren impactos en las comunidades indígenas “si no hay un plan pertinente y si no hay un presupuesto”.
En este sentido, Rigoberta Menchú hizo un llamado para considerar a los productos de origen indígena como bellas artes y no que se hable de artesanías o arte popular de estos pueblos.
Dijo que este modelo deberá ser “desde los pueblos indígenas y de los pueblos indígenas”.
Para ello, llamó a impulsar una identificación, a partir de investigaciones, que perfilen "un nuevo comienzo" del imaginario colectivo que se tiene sobre los pueblos indígenas nacional e internacionalmente.