“Hija, ya no tengo para que tú estudies la licenciatura. No me alcanzaría” con los gastos de la casa. Maribel Fabiana trata de hacer cambiar la decisión de su padre: “Pero yo no te voy a dar tanta lata”, responde la joven entre lágrimas. El hombre luce preocupado: “Yo te di la carrera, pero ya no alcanza el dinero…” y le pide a su hija aceptar la propuesta de ingresar a trabajar al Instituto Mexicano del Seguro Social ahora que está por terminar la carrera de enfermería a nivel técnico por la UNAM.
Desde aquella tarde han pasado 27 años y la joven de cabellera abundante se ha transformado en la Jefa Fabiana, portavoz de los trabajadores de la salud que piden frenar las agresiones a los médicos y enfermeras que atienden el Covid-19.
Desde su aparición en Palacio Nacional en la conferencia de prensa el pasado lunes, la jefa de la División de Programas de Enfermería del IMSS dice que saltó a la fama no sólo porque los buscadores de noticias como Google la colocan con 534 mil noticias, sino porque en la última semana ha aparecido en diversas entrevistas con los medios de comunicación y abrió su cuenta en redes sociales como Instagram y Twitter, en donde tan sólo en dos días ya suma 15 mil 300 seguidores.
“Me estoy adaptando” al nombre de Jefa Fabiana, apenas son seis meses bajo el nombre con el que sus compañeros en el instituto la han identificado.
Su labor es organizar, coordinar, planear y promover la capacitación de 131 mil trabajadores de enfermería del IMSS en todo el país. Pero desde el lunes pasado también tiene la tarea de promover el respeto, pero sobre todo que se valore la labor de aquellos a quienes se les ha asignado la atención de pacientes con Covid-19.
Tras su relato en Palacio Nacional las agresiones al personal médico en el país no pararon, como ella pidió. Por el contrario, se sumaron otras 11 agresiones.
La más preocupante es la enfermera que fue agredida y mordida en un dedo, luego de que estacionara su coche frente a un domicilio y se bajara a entregar unos documentos a una sede de laboratorios.
“Le dicen infectada. Te estacionaste en mi casa y me estás infectando”, fue la justificación para golpearla e incluso morderle la mano, provocando una lesión importante en un dedo y por el cual está de incapacidad.
El IMSS apoyó a la enfermera a interponer la denuncia en contra de los agresores.
“Los agresores deben tener nombre y apellido y, las autoridades, deben determinar qué procede con ellos”.
Las expresiones que llegan a la Jefa Fabiana de todo el país son de “me gritaron, no me dejaron subir al taxi, me bajaron del Metro, me empujaron, me patearon. Ese tipo de cosas que se estaban callando porque se pensaba que era un tema aislado. Pero ahora que salí a decirlo, vieron que es un tema social y se está denunciando”.
En las denuncias “me dicen Jefa tengo miedo, hoy no uso mi uniforme. Ya mis vecinos saben que soy enfermera, ya me 'invitaron' a irme a otro lado. Ante eso procuro hablar porque se vulnera la dignidad humana”.
Fabiana nació en la ciudad de México y años después de estudiar Enfermería a nivel técnico por la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala de la UNAM, ingresó al Instituto Politécnico Nacional para cumplir su sueño de ser licenciada en esa especialidad. Más tarde hizo una maestría en Ciencias en Investigación en Sistemas de Salud y estudios de Administración y Docencia en Enfermería, Medicina Critica, Terapia Intensiva y atención integral del paciente con insuficiencia renal crónica.
Su trato es cordial y por ello dice que en las denuncias “no se trata de un número, pueden ser poquitas en proporción del número total del personal. Pero con una persona que haya sido agredida se tiene que ser levantada la voz, no se puede permitir uno solo caso”.
Para frenar las agresiones en el entorno de la epidemia por coronavirus “la gente necesita información, certidumbre y entender que el respeto es el valor del ser humano, el respeto a uno mismo y a los demás”.
Desde niña dice haber tenido en su cabeza “ser enfermera. Cuidaba a mis hermanos, soy la segunda de cuatro hijos y jugábamos a que les tomaba la temperatura, les sobaba si se caían, se raguñaba o cualquier otra cosa”.
En sus recuerdos siempre aparece ella así al lado de sus hermanos Héctor, Eloísa y Norma, cuando eran niños o al lado de su mamá María de la Luz: “Yo era la super enfermera que los tenía que cuidar”.
Ahora al frente de esa área en el IMSS dice que su papel es hacer un llamado a la población a frenar las agresiones en contra de sus compañeros.
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