Con el objetivo de contener los flujos migratorios, el Comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén López, mantendrá este jueves 10 y viernes 11 de enero reuniones de trabajo en El Salvador y Honduras.
En una tarjeta informativa, la Secretaría de Gobernación detalló que Guillen López abordará esta situación con sus homólogos, autoridades gubernamentales, académicos y sociedad civil de ambas naciones.
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En las reuniones trabajo también participarán representantes de las embajadas de México, se dijo en la comunicación, ya que en próximos días se tiene previsto que viajen migrantes de esas naciones hacia el país en su intento por llegar a Estados Unidos.
Se puntualizó que con estas acciones el Instituto Nacional de Migración reitera su compromiso irrestricto de respetar los derechos humanos de los migrantes y de informar objetivamente sobre la política de México en la materia.
Retan líderes de caravana a Segob
La medida tomada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de recabar datos biométricos y robustecer el control en la frontera para los migrantes, no es la solución y únicamente es una política de discurso y palabra, pues los sistemas encargados de organizar a los extranjeros en su ingreso a México están colapsados, coinciden activistas a cargo de la caravana de centroamericanos próxima a salir hacia el país.
Por eso hay mucha gente quedando fuera de los beneficios que debería dar el mismo gobierno, asegura Irineo Mujica, integrante de la asociación Pueblo Sin Fronteras.
Mientras Luis, García Villagrán, coordinador del Centro de Dignificación Humana, asegura que los controles y permisos que extiende la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) han dado abrigo a pandilleros, asesinos e integrantes de grupos delictivos como las maras.
Ambos promotores del siguiente contingente a partir desde San Pedro Sula en unos días con destino en el norte, coinciden en que la medida del gobierno es solo discurso, dado que “el flujo de migrantes no se puede controlar”.