- Fernando Berrojálbiz planteó proteger patrimoniocultural
Por JOSÉ LUNA
A pesar de su importancia y antigüedad, muchas de las zonas conarte rupestre en México están gravemente expuestas al vandalismoy al grafiti, denunció Fernando Berrojálbiz, académico de lasede Oaxaca del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), dela UNAM quien planteó tomar acciones junto con el InstitutoNacional de Antropología e Historia (INAH) para evitar sudeterioro.
Comentó que deben limpiarse y recuperarse las pinturas ygrabados antiguos presentes en las cuevas y estudiarse a fondo puesmuestran otro punto de vista de la época colonial y de laevangelización, del paso comercial y del encuentro de dosculturas.
Un innovador estudio analiza mediante estos antiguos grabados lavisión que los indígenas tenían sobre la época de la Colonia, ylo hace en dos estados con diferentes manifestaciones: Durango yOaxaca.
Estamos acostumbrados a las expresiones mesoamericanas a travésdel arte rupestre, pero esta investigación indaga sobre el puntode vista de los pueblos originarios, que se expresaron libremente,sin la perspectiva dominante de los españoles, comentó el doctoren Antropología y experto en el área.
Mientras en iglesias y edificios se plasmaba un arte vigiladopor los europeos, en las cuevas la expresión fue más libre, talcomo los indígenas interpretaron el encuentro entre ambasculturas, remarcó el académico.
En cuevas ubicadas en un antiguo camino al norte, en Durango,los tepehuanes pintaron las caravanas de expedición: los jinetesespañoles y los animales que los transportaban, básicamentecaballos y mulas.
Lo que observaron entonces se mezcló con elementos de sutradición, como aves, zopilotes, coyotes y lobos. Así, en el arterupestre acomodaron lo nuevo en sus entornos habituales, ymostraron caravanas comerciales y personajes en lucha,comentó.
Esas pinturas mantienen un diálogo entre las antiguasexpresiones prehispánicas y las nuevas coloniales, que se combinanen una singular visión de la Colonia, resaltó el investigador delIIE, quien ha revisado cientos de imágenes en computadora parainterpretar los símbolos.
En las representaciones de Oaxaca, hechas por pueblos zapotecasen la región del Istmo de Tehuantepec, Berrojálbiz encontró unmayor interés por los temas religiosos, pues en las pinturasrupestres hay, por ejemplo, un Cristo indígena crucificado, y unpersonaje zapoteco arrodillado en oración.
“Son muestras de cómo vivieron la evangelización. Hay unamezcla real, con elementos culturales propios de la vida diaria,fuera del poder”, abundó el antropólogo.