Ciudad del Vaticano.- Esta vez el Papa Franciscotuvo que ceder. Por primera vez en su pontificado, el pontíficeargentino se habría visto obligado a renunciar a un viajeapostólico, en este caso a Sudan del Sur debido a la gravesituación en ese país. Es decir, sería demasiado peligroso. Lanoticia no ha sido confirmada oficialmente por el Vaticano perotrascendió en algunos medios de comunicación italianos, segúnlos cuales la visita habría tenido que garantizar condicionesmínimas de seguridad, una prioridad que no habría sido posibleobtener.
En Sudan del Sur se registra una larga y sangrienta guerra civil, que ha provocado además de centenares de miles entremuertos y desplazados, una gravísima crisis económica y socialque ha desembocado en una auténtica emergencia humanitaria,también a causa de la hambruna que aumenta cotidianamente elnumero de víctimas, como lo denuncian los organismosinternacionales.
La decisión de renunciar al viaje habría sidotomada en estos días, como informa el diario de Roma “IlMessaggero”, con Bergoglio que no tuvo más remedio queresignarse ante la cruda y grave realidad, evidenciadacontinuamente con las dramáticas informaciones provenientes de esepaís.
El proyecto era ambicioso: realizar la visita entreoctubre y noviembre (aconsejable por el clima que en ese periodo eltórrido calor es menos prohibitivo). Francisco habría partidojunto con el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en una claraseñal de unidad ecuménica.
Los obispos sudaneses estuvieron en el Vaticano aprincipios de este ano para invitar a Francisco pidiéndole llevarun mensaje de paz. Sudan del Sur cuenta con cuatro millones decatólicos, equivalentes a un tercio de la población total.
Sin embargo, la situación política y militar fueprecipitando cada vez mas. Los enfrentamientos aumentaron deintensidad en toda la región, mientras que las organizacioneshumanitarias fueron las primeras en señalar la trágicasituación, con matanzas masivas, violaciones de mujeres yviolencias interminables en las aldeas. Hechos que fuerondenunciados públicamente por el mismo presidente Salva Kiir,mientras que oleadas de gente escapan diariamente y sin saberdónde.
En ocasión de su reciente visita al Vaticano, elpresidente de Estados Unidos habría prometido que su gobiernoaumentaría (se hablo de 300 millones de dólares) los recursoseconómicos en esa zona para combatir el hambre, la desnutrición yla carestía.
Ciertamente, el Vaticano, y Francisco en primerlugar, todavía esperan que la situación pueda mejorar al grado dealcanzar ese mínimo de seguridad no solo para él en primer lugar,sino también para su delegación y para los representantes de losmedios de comunicación que lo acompañarían. Se trata sin embargode una posibilidad que parece estar muy lejos. Por lo tanto, hoypor hoy, la decisión de renunciar al viaje ya habría sidotomada.
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