El presidente brasileño, Michel Temer, es “el jefe de laorganización criminal más peligrosa del país”, denunció elmagnate de la industria agro-alimentaria Joesley Batista en unaextensa entrevista publicada en el semanario Época.
Dueño del gigante de la industria frigorífica JBS, elempresario de 44 años desencadenó un sismo político a mediadosde mayo al poner a disposición de la justicia una grabaciónsonora en la cual Temer parece dar su acuerdo para pagar por elsilencio de un exdiputado, quien se encuentra en prisión.
Esas revelaciones llevaron a la Suprema Corte a autorizar laapertura de una investigación contra el presidente por corrupciónpasiva y obstrucción a la justicia. Desde ese momento, losllamados para que renuncie se multiplicaron, pero Temer, de 76años, niega las acusaciones y rechaza categóricamente dejar elpoder.
“Quienes no están presos están hoy en el palaciopresidencial de Planalto. Esa pandilla es muy peligrosa. Nunca tuveel valor para enfrentarlos”, afirmó Batista al semanario, en suprimera entrevista desde que llegó a un acuerdo con la justicia acambio de una reducción de pena.
Involucrado en varios puntos de la operación “Lava Jato”,la gigantesca investigación que reveló el megaescándalo decorrupción que sacude a Brasil, Batista aceptó colaborar con lasautoridades a medida que las indagatorias comenzaban a cerrar susredes sobre sus negocios.
En sus explosivas confesiones reveló que se pagaron decenas demillones de dólares en sobornos para alimentar las cajas negras departidos políticos de todos los colores, incluyendo al PMDB(centro derecha) de Temer.
“Desde que conocí a Temer, comenzó a pedirme dinero parafinanciar sus campañas. No tiene muchas ceremonias para tratarsobre ese asunto” del dinero, señaló Batista en laentrevista.
El contenido de esta entrevista fue calificado de “sarta dementiras” en un comunicado de la Presidencia, que asegura queTemer denunciará mañana a Batista ante la justicia.
“Joesley Batista es el notorio delincuente que ha obtenido elmayor éxito de la historia de Brasil”, acusa el comunicado.“Durante la entrevista dice que el presidente siempre le pedíaalgo (...). Pero el presidente jamás tuvo ese comportamiento demendigo. Al contrario, era él quien intentaba resolver susproblemas con el gobierno”.
En exilio forzado desde que estalló el escándalo, Batistaregresó el domingo pasado al país y el viernes reiteró en unadeclaración ante la policía federal las acusaciones que lanzó ensus testimonios anteriores.
Numerosos rumores decían que se encontraba en Nueva York con sufamilia, pero su servicio de prensa explicó en un comunicado queen realidad estuvo en China “para proteger la integridad de sufamilia, que ha sido amenazada en reiteradas oportunidades desdeque él decidió colaborar con las autoridades”.