San Francisco, EU.- Uber ha estado usando unafunción secreta de sus sistemas demonitoreo de los usuarios de su red de vehículos paracontrarrestar a reguladores encubiertos en varias ciudades delmundo.
Sus programas incluían una función llamada internamente"Greyball", que le permitió identificar a losreguladores que se hacían pasar por usuarioscomunes mientras buscaban recaudar pruebas de que el servicio deUber estaba violando las leyes locales que rigen a los taxis.
Para frustrar los esfuerzos gubernamentales, la compañía consede en San Francisco identificó a los agentesencubiertos extrayendo los datos que recoge a través desu app.
El diario New York Times reveló la existencia de"Greyball" en un artículo publicado el viernes, que sebasó en información proporcionada por cuatro empleados yexempleados de Uber que no fueron identificados.
Uber reconoció que ha utilizado "Greyball"para contrarrestar a los reguladores que, según Uber, trabajan conlas empresas rivales de la compañía para atrapar a losconductores que violan las regulaciones locales. Greyball" es parte de un programa más amplio llamado VTOS,abreviatura en inglés de "Violaciones a los términos delservicio". Uber afirma que desarrolló VTOS para proteger suservicio.
"Este programa niega las solicitudes de servicio a usuariosfraudulentos que están violando nuestros términos de servicio, yasea gente que pretende dañar físicamente a los conductores, loscompetidores que buscan sabotear nuestras operaciones o losopositores que se coluden en secreto con los funcionarios paratender trampas a nuestros conductores", alegóUber. Según las revelaciones, Uber creó unaversión falsa de su app para que los reguladores encubiertospudieran solicitar el servicio, pero sin poder concretar el viaje,que quedaba cancelado. El New York Times informó que Uberha usado el truco para contrarrestar a los reguladores enBoston, París y Las Vegas, entre otras ciudades, asícomo en varios países que incluyen Australia, China,Italia y Corea del Sur.
Uber ha construido una empresa de rápido crecimientovalorada en más de 60 mil millones de dólares por susinversores, que a menudo es acusada de esquivar las reglas.
Entre otras cosas, la compañía ha enfrentadodemandas por clasificar a sus conductores comocontratistas independientes a fin de ahorrar dinero y porpresuntamente robar tecnología para una flota de coches autónomosque está probando actualmente.
/parg