Washington .- En el marco de la primera celebración anual delCinco de Mayo de Donald Trump y la cual se llevó acabo sin su presencia, sevivió con poca presencia de asistentes y con el fondo musical deun grupo mexicano y poco conocido. En dicho festejo elvicepresidente de EU, Mike Pence,fue el indicado para delegar elintento de acercarse a la comunidad latina en esa simbólicafiesta.
Trump no rompió del todo con la tradición de festejarel Cinco de Mayo en la Casa Blanca, iniciada por GeorgeW. Bush en 2001 y continuada anualmente desde entonces paracelebrar los lazos con México y los aportes de la comunidadhispana a Estados Unidos.
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Pero sí rebajó considerablemente el perfil de la recepción,celebrada por primera vez en 16 años sin la presencia delpresidente y en un edificio contiguo a la Casa Blanca, en lugar de en los jardines dela residencia o en la Sala Este del icónico inmueble presidencial,como hicieron Bush y Barack Obama.
Un año después de que Obama celebrara su último Cinco de Mayocon un concierto del grupo mexicano Maná y unabarra libre de margaritas, Pence recibió a un centenar deinvitados que comía tacos en miniatura mientras escuchabaa un trío musical poco conocido y bebía vino ocerveza, eso sí, de marca mexicana.
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"¡Buenas tardes a todos y feliz casi cinco demayo!", dijo Pence en español al comenzar su discurso en laceremonia, que conmemora el aniversario de la batalla de Puebla(México) de 1862 y se celebra con más entusiasmo en EstadosUnidos que en el país vecino.
Entre los asistentes estaban el embajador de México en EU,Gerónimo Gutiérrez; el secretario de Trabajo de Trump, AlexanderAcosta, de origen cubano; y la nominada para ser Tesorera delGobierno, Jovita Carranza, de origen mexicano.
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