París Francia.- La justicia francesa abrió elproceso por asesinato contra los padres de un niño de tres añosque murió en 2011 porque lo metieron en una lavadora paracastigarlo y pusieron en marcha un programa.
Tanto el padre, Christophe Champenois, como la madre,Charlène Cotte, podrían ser condenados a cadena perpetua por elTribunal de lo Criminal de Melun (al este de la región de París),cuya sentencia se espera el próximo viernes. Los hechos ocurrieronel 25 de noviembre de 2011. El padre de Bastien llamó a losservicios de urgencia explicando que el niño "se había caído porlas escaleras", y que al ver que no respiraba, "le había dado unbaño". Los servicios sanitarios y los gendarmes que se ocuparon dela investigación, sin embargo, enseguida se dieron cuenta de quela versión era falsa, y la prueba más clara salió por boca de lahermana de Bastien, Maud, de cinco años en ese momento. La niñaexplicó que su padre había metido al pequeño en la lavadora,"castigado por sus trastadas en el colegio". También relató queal inicio del programa de lavado se oyó a Bastien llorar durantealgunos minutos, pero después se hizo el silencio. La autopsiareveló la existencia de un edema cerebral y hematomas pulmonaresdebido a las aceleraciones y desaceleraciones del tambor de lalavadora. La madre de Bastien, Charlène Cotte, de 29 años, pasótres años en prisión preventiva durante tres años, y estáacusada de cómplice en el asesinato de su hijo y de violencia. Ensu defensa, alegó que no vio a su ex pareja "meter a Bastien en lalavadora" y cuando se dio cuenta "era demasiado tarde", de acuerdocon su testimonio en una entrevista publicada hoy por "LeParisien". Preguntada por si no pidió ayuda en ese momento, lamadre respondió cabizbaja que no tenía teléfonos a sudisposición y que todavía ella misma no se explica por qué noalertó a los vecinos. La abuela materna de Bastien, Evelyn Cotte,en declaraciones hoy a la cadena de televisión "BFMTV", explicóque el padre de la víctima "era muy violento, un monstruo del quemi hija debía librarse". De hecho, ya ha sido condenado por lajusticia en cinco ocasiones, una de ellas por violencia doméstica.Charlène Cotte contó que Bastien no fue un hijo deseado porChristophe Champenois, que lo encerraba y le pegaba, y admitió quetendría que haber dejado a su ex pareja. Los servicios socialesfueron alertados de la situación en varias ocasiones, e inclusouna vez el padre de Bastien grabó un mensaje -descubierto tras elfallecimiento del niño-, amenazando con tirar al pequeño desde unsegundo piso, lo que se aportó como prueba en la instrucción delcaso. (EFE)