Berlín.- Deberán los fabricantes devehículos Audi, Porsche, Mercedes, Volkswagen y Opel revisar untotal de 630,000 coches a raíz de los resultados de un estudioencargado por el Ministerio de Transportes alemán tras elescándalo de la manipulación de las emisiones en Volkswagen.
Varios mediosalemanes avanzaron hoy esta cifra citando fuentes del Gobiernoalemán y anticipándose a una rueda de prensa del ministro deTransportes, Alexander Dobrindt, prevista para las 15.00 horas(13.00 GMT).
El diario "Süddeutsche Zeitung"explica que el Gobierno alemán ha detectado que en varios modelos"a ciertas temperaturas se desconecta progresivamente la limpiezade las emisiones", algo permitido según la correspondientedirectiva europea, pero sólo para evitar daños en el motor o unaccidente.
En los modelos que hay que revisar,según estas fuentes, es difícil precisar por qué entra enfuncionamiento esta desconexión, algo que afecta a los niveles deemisiones de gases contaminantes.
El Gobierno alemán pide enconsecuencia a las empresas de los vehículos afectados que limitenal máximo el tramo de temperaturas en el que se desactiva lalimpieza de emisiones.
Todos los medios que avanzan estainformación coinciden en destacar que el análisis encargado porel Gobierno alemán no ha detectado sistemas de manipulación delas emisiones similares al que empleó Volkswagen, el mayorfabricante de vehículos de Europa.
Tras destaparse el caso Volkswagen elaño pasado, el Ministerio de Transportes encargó a la OficinaFederal de Vehículos a Motor (KBA) estudiar los niveles deemisiones de gases contaminantes de más de 50 modelos de unaveintena de fabricantes tanto alemanes como extranjeros.
En noviembre, tras analizar unos dostercios de todos los modelos, la KBA ya avanzó que habíadetectado valores de emisiones de gases por encima de lo permitidoen varios fabricantes.
Entonces abrió una fase de consultascon los constructores afectados e indicó que posteriormentepodrían buscarse "consecuencias legales".
En septiembre Volkswagen habíareconocido -tras una denuncia de las autoridades medioambientalesde EU- haber incluido un software ilegal en unos 9,5 millones devehículos para que, cuando fuesen llevados a un banco de pruebas,emitiesen gases como el NOx cumpliendo con la legalidad, cuando encondiciones normales contaminaban más.
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