Brasilia, Brasil.- Los principales partidos opositores de Brasilpresentaron el miércoles un nuevo pedido de impeachment contra lapresidenta Dilma Rousseff por adulterar las cuentas públicas, enotra señal de la tensión política que recorre al país. Lasolicitud fue recibida por el presidente de la cámara deDiputados, Eduardo Cunha, enemigo declarado de la mandataria, quefue reelegida en octubre de 2014 por un estrecho margen. "Lo vamosa evaluar", dijo Cunha, que tiene la llave para aceptar o archivarlas iniciativas para destituir a la presidenta por motivospolíticos. Esta presentación es la más relevante de las muchasrealizadas este año ante la cámara y, según sus autores, incluyesupuestas irregularidades cometidas por el gobierno también en2015, lo que en teoría mejora sus posibilidades de no serimpugnada jurídicamente. La petición fue firmada por un grupo dejuristas y avalada por la mayor fuerza opositora de Brasil, elsocialdemócrata PSDB, junto a otros partidos políticos yorganizaciones civiles. De hecho, el carro que llevó las cajasrepletas de documentos hasta el despacho de Cunha fue empujado porel propio líder del PSDB en diputados, Carlos Sampaio. "Tenemosconfianza en que el presidente de la casa [cámara de Diputados,ndlr] tiene los elementos necesarios para aceptar el pedido deimpeachment que, aclaro, no es un pedido de la oposición, es unpedido de Brasil, es un sentimiento de la nación", dijo Sampaio aperiodistas. Uno de los coautores del trabajo es Helio Bicudo, unjurista que participó en la creación del Partido de losTrabajadores (PT, izquierda) de Rousseff y hoy es de susprincipales críticos. "Más grande que la urna es la plazapública. Tenemos que salir a las calles a luchar por ese ideal, unBrasil mejor", dijo Maria Lucia Bicudo, hija del jurista, querepresentó a su padre en Brasilia. - "Navidad sin Dilma" - SiCunha aceptara la solicitud, el trámite iría a una comisión quevolvería a evaluarlo y, si es aprobado, llevarlo al plenario.Ahí, un mínimo de 342 de los 513 diputados deben levantar su manoa favor para que el proceso comience. En ese caso Rousseff seríaapartada del cargo y el Senado -donde el gobierno tiene mayoría-se constituiría en tribunal para juzgarla. Sin embargo, no hayprevisión de cuándo Cunha podría pronunciarse, ya que elmecanismo que diseñó para tratar el impeachment fue congelado poruna serie de medidas cautelares de la corte suprema, que aún debeexpedirse sobre el fondo del asunto. Además, los embatesjurídicos contra Rousseff que se tramitan en el Congreso formanparte de la áspera disputa política entre Cunha y el gobierno,que este año dominó la agenda de Brasil. El propio presidente dela cámara está presionado por un caso de corrupción ligado alescándalo de Petrobras que podría terminar con su mandato. Fuedenunciado ante el comité de ética del recinto que conduceacusado de mentir sobre la existencia de unas cuentas de supropiedad en Suiza, que son investigadas por la fiscalía de larepública para determinar si fueron el destino final de fondosdesviados de la petrolera. La tensión hace que todos losmovimientos sean estudiados cuidadosamente. La oposición cree queCunha esperará a que la corte suprema decida sobre la apelaciónque realizó a las medidas cautelares del máximo tribunal y quehabrá que esperar a noviembre para tener novedades. La urgenciapara un pronto tratamiento del pedido de impeachment quedóplasmada en la consigna que levantaron representantes de lasorganizaciones civiles durante el acto: "Por una Navidad sinDilma". (AFP)
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