MIAMI.- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reiteró supreocupación por la descalificación reiterada en contra de laprensa y periodistas por parte del presidente de Estados Unidos,Donald Trump, al tiempo que se solidarizó con varios medios decomunicación que denunciaron haber sido impedidos de participar enuna sesión informativa informativa con el secretario de Prensa dela Casa Blanca, Sean Spicer.
Hoy durante la Conferencia Anual de Acción PolíticaConservadora, el presidente Trump calificó a los medios decomunicación de ser "los enemigos del pueblo", de ser"deshonestos", publicar "noticias falsas" y de que se les impida eluso de fuentes anónimas; acusaciones que viene reiterando en lasúltimas semanas.
También hoy varios medios que cubren la Casa Blanca, entreellos CNN, POLITICO, The New York Times, Los Angeles Times,Buzzfeed y BBC, denunciaron que les fue bloqueado el acceso de susperiodistas a una sesión informativa informal convocada porSpicer. La agencia de noticias AP y la revista Time decidieron noparticipar en solidaridad con sus colegas.
El presidente de la SIP, Matt Sanders, director senior y gerentegeneral de Deseret Digital Media de Salt Lake City, Utah, expresóque "nos causan alarma las descalificaciones en contra de losmedios que viene haciendo el Presidente, por cuanto debilitan laconfianza del público y coartan la conversación pública y elrespeto por las opiniones y el disenso, factores intrínsecos de lademocracia".
Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa eInformación de la SIP, expresó preocupación respecto al achaquea los medios por el uso de fuentes anónimas.
"Se sabe que los medios suelen usar este giro como últimorecurso, cuando las fuentes e informantes no se identifican portemor a represalias". Agregó que, en la historia las fuentesanónimas han jugado un papel primordial a favor de latransparencia gubernamental.
En enero la SIP rechazó lo que llamó "las acusaciones enespiral ascendente del gobierno de Donald Trump contra medios decomunicación y periodistas" y expresó su temor de que "lascalificaciones despectivas puedan terminar en acciones restrictivasconcretas en contra de la libertad de prensa".