WASHINGTON, EU. La discriminación y la inequidad continuaron siendo la norma en países de America Latina y el Caribe durante el 2017, en un escenario marcado por altos niveles de violencia, impunidad y el menoscabo de los esfuerzos oficiales de protección y promoción, consideró Amnistía Internacional (AI).
En su reporte, presentado en esta capital, la agrupación señaló que mucha gente a través de la región enfrenta una profunda crisis de derechos humanos alentada por su marginación en las leyes, políticas y práctica, junto con el creciente uso de políticas de satanización y división.
“Esa regresión amenaza con convertirse en endémica en muchos países si es exacerbada por la falta de confianza en las autoridades, manifestada en bajos niveles de participación en elecciones y referendos, en un instituciones tales como los sistemas nacionales de justicia”, señaló.
Indicó que la violencia extrema y persistente fue común en varios países como Brasil, donde dijo que las autoridades ignoraron la comisión de violaciones de derechos humanos, incluyendo ejecuciones extra judiciales a manos de policías.
Señaló que en Honduras persisten los temores sobre los altos niveles de violencia e inseguridad a pesar de que los índices de homicidios han bajado, mientras en países como República Dominicana y Jamaica hubo denuncias de ejecuciones extra judiciales a manos de agentes.
El reporte dio cuenta de altos niveles de violencia, incluyendo contra defensores de derechos humanos, en países como El Salvador, Honduras, México y Venezuela, este último, escenario de “una de las peores crisis de derechos humanos de su historia reciente”.