El jefe de los Guardianes de la Revolución, el general Mohamad Ali Jafari, anunció “el fin de la sedición” en Irán, en referencia a las protestas contra el poder que dejaron 21 muertos y centenares de detenidos desde hace una semana, mientras que miles de personas salían a la calle en varias ciudades para expresar su apoyo al gobierno.
Sólo algunas protestas esporádicas en ciudades de provincia tuvieron lugar durante la madrugada, según videos difundidos en las redes sociales, imposibles de verificar. Un gran contraste con las noches anteriores, donde la protesta contra la austeridad económica y el poder fue mayor.
La clase política -reformistas y conservadores- se posicionó contra los disturbios desencadenados el 28 de diciembre en Mashhad, la segunda ciudad de Irán, marcados por la violencia y la destrucción de bienes públicos. El gobierno acusa a “contrarrevolucionarios” con sede en el extranjero de haberlos fomentado.
RESPONSABILIZAN A EU Y A MUYAHIDINES
Las autoridades iraníes intentaron minimizar el movimiento de protesta, el más importante desde el de 2009, que fue violentamente reprimido, contra la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.
Durante una conversación telefónica ayer con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente iraní Hassan Rohani, que anteriormente hablaba de una “pequeña minoría” de contestatarios, dijo que esperaba el fin de los disturbios “en unas horas”, según el presidente turco.
El jefe de los Guardianes de la Revolución, Mohammad Ali Jafari, afirmó que el número de “agitadores” “no había superado las 15 mil personas en todo el país”. Añadió que podía anunciar “el fin de la sedición”, en unas declaraciones publicadas por la web de este ejército de élite del régimen. Asimismo aseguraron que las revueltas eran apoyadas y controladas por Washington