- Insinuaciones sobre homosexualidad de Macron ensucian elecciónen Francia
PARÍS, Francia (OEM-Informex).- Hace dos semanas, cuandoestalló el Pénélopegate, que comenzó a salpicar el prestigiodel candidato conservador François Fillon, se hizo evidente que lacampaña para la elección presidencial del 23 de abril sedesarrollaría en medio del barro. Ahora, después de las pérfidasinsinuaciones sobre le presunta homosexualidad del candidatosocial-liberal Emmanuel Macron, no quedan dudas: la actual batallapor el Palacio del Elíseo se ha transformado en la elección mássucia —acaso la más inmunda— de la Quinta República, fundadapor el general Charles de Gaulle en 1958.
El rumor, que lo persigue desde hace meses, se convirtió en unabola de nieve cuando varios sitios de información dependientes delpoder ruso comenzaron a presentar a Emmanuel Macron como“candidato del lobby gay” francés.
Esas alusiones permitieron confirmar, por otra parte, lassospechas sobre las intenciones del Kremlin de maniobrardiscretamente a la opinión pública europea para influir en laselecciones previstas para este año en Holanda, Francia y Alemania.Esa operación, similar a lo que hizo en Estados Unidos, fueanticipada por El Sol de México en su edición del 19 deenero.
Macron decidió reaccionar a ese alud de lodo durante un actopolítico realizado el lunes en París. Ante decenas de periodistasy varios miles de simpatizantes de su movimiento En Marcha, la gransorpresa de los sondeos para ganar la presidencia de Francialanzó: “Si en las reuniones sociales o en los mails les dicenque tengo una doble vida con Mathieu Gallet o con cualquier otrapersona, se trata de mi holografía que logró escaparse. ¡Pero deninguna manera soy yo!”.
Su mención del “holografía” aludía al espectacularmeeting político del ultra-izquierdista Jean-Luc Melenchon, que elúltimo fin de semana pronunció un discurso en Lyon, mientras quesu fotografía tridimensional aparecía —como si estuvieran envivo— en otro acto realizado simultáneamente en París.
A través de ese recurso, logró evocar con malicia a MathieuGallet, el seductor presidente de Radio France, de 40 años,presunto compañero sentimental del ex ministro de Economía deFrançois Hollande.
Con humor, el joven prodigio de 39 años, casado desde hace unadécada con la bella y mediática Brigitte Trogneux —24 añosmayor que él—, lanzó al mismo tiempo un misil a su rivalconservador François Fillon: “Me acusan de duplicidad, de tenervidas ocultas u otras cosas… No solo es desagradable paraBrigitte. Como ella comparte mi vida de la mañana a la noche, sepregunta cómo puede ser físicamente posible. Aunque, felizmente,yo jamás la remuneré para acompañarse”, ironizó en una claraalusión a Fillón, sumergido desde hace 15 días en un escándalode supuestos empleos ficticios atribuidos a su mujer Pénépolpecuando era diputado y senador, y que cada día aporta nuevasrevelaciones.
Macron es consciente que una mentira repetida mil veces terminapor convertirse en verdad. Acuñada por Joseph Goebbels, la frasees más cierta que nunca en estas épocas de post verdad, fake newsy alternative facts.
Su operación de comunicación del lunes no solo estuvodestinada al electorado francés. También fue una respuesta a labrutal irrupción de Rusia en la campaña presidencial francesa, através de las agencias de noticias oficiales Sputnik y Rusia Today(RT). Ambos medios, controlados por el Kremlin, anunciaron en losúltimos días que poseen “informaciones susceptibles deperjudicar a Macron”.
Simultáneamente, el diario Izvestia publicó una entrevista aJulian Assange, en la cual el lanzador de alertas advertía:“Tenemos en nuestro poder informaciones interesantes sobre uno delos candidatos a la presidencia de Francia, Emmanuel Macron. Losdatos provienen de la correspondencia privada de la ex secretariade Estado norteamericana, Hillary Clinton”.
Los rumores que se apresta a lanzar Assange, según el equipo deMacron, tendrían su origen en Francia, más concretamente entrelos allegados Nicolas Sarkozy. El círculo de colaboradores del expresidente le habría atribuido el sardónico apodo de“l’androgyne” (andrógino) y con frecuencia hacen bromassobre “su aspecto mitad hombre y mitad mujer”.
En todo caso, la ola de rumores de las últimas horas resurgióefectivamente desde la derecha, propagada por el diputado NicolasDhuicq del partido conservador Los Republicanos (LR).
En una entrevista aparecida el sábado, justamente en Sputnik,Dhuicq alude directamente a “la vida privada” del candidato yhace una sorprendente amalgama entre sus apoyos políticos y laorientación sexual de los mismos. “Todos comienzan a saberlo eneste momento. Macron es el chouchou (favorito) o el chéri(querido) de los medios franceses, que son propiedad de un pequeñogrupo de personas”, dijo.
Enseguida, ese ultra-conservador, representante de la derechadura del partido agregó: “Uno de sus apoyos es el célebrePierre Bergé (uno de los dueños del diario Le Monde), socio yamante del creador de modas Yves Saint-Laurent. [Bergé] esabiertamente homosexual y partidario del matrimonio gay”. Yconcluye: “Sí, hay un lobby gay millonario que lo apoya. Esoexplica todo”.
La participación rusa en esa campaña —directa o indirecta—se explica, tal vez, por la voluntad del Kremlin de provocar laeliminación de Macron para que la segunda vuelta se disputeúnicamente entre dos candidatos favorables a los interesesrusos.
De todos los aspirantes a la Presidencia de Francia, solo dospropician reanudar el diálogo con Vladimir Putin y revisar lassanciones económicas adoptadas por Occidente contra Rusia:François Fillon, candidato de Los Republicanos, y Marine Le Pendel Frente Nacional (FN) de extrema derecha.