Tokio, Japón.- La Fiscalía japonesa emitió este martes una orden de detención contra Carole Ghosn, esposa del expresidente de Nissan y Renault, quien se fugó de Japón a Líbano para evitar a la justicia nipona que lo acusa de malversación financiera.
La orden fue emitida en medio de las repercusiones de la rocambolesca huida de uno de los supuestos delincuentes de mayor perfil de Japón y que ha llevado a las autoridades a plantear la introducción de controles fronterizos más estrictos y a requisar fianza que dejó al huir del país a finales de diciembre con destino a Líbano donde se reunió con su esposa.
Según un comunicado, la Fiscalía emitió la orden de detención acusando a Carole de "falso testimonio" en su declaración en un tribunal de Tokio sobre encuentros con un individuo cuya identidad no se reveló.
Carole Ghosn, que hasta hace poco era una influyente pero discreta figura en el mundo de la moda en Nueva York y que al igual que su esposo tiene nacionalidad libanesa, lideró una campaña internacional para liberarlo, pero no está claro el papel que jugó en su huida.
Carole, que pasó la mayor parte de su vida en Estados Unidos, se reunió con su esposo la semana pasada.
Tras más de 100 días detenido, Ghosn obtuvo la libertad condicional con estrictas restricciones, como la prohibición de hablar con su esposa, precisamente, una de las razones que le habrían llevado a huir del país en un elaborado plan que ha indignado a las autoridades niponas.
Elaborado plan de huida
Carole, la segunda esposa de Ghosn, había liderado la campaña mundial para liberar a su esposo, defendiendo su inocencia y criticando a la justicia japonesa, por lo que consideraba el maltrato infligido a su esposo tras la sorpresiva detención a bordo de su avión privado el 19 de noviembre de 2018 cuando se disponía a abandonar el país.
La esposa del entonces todopoderoso magnate de la industria automovilística movió cielo y tierra y pidió entre otros al presidente francés, Emmanuel Macron y a la Casa Blanca que intercedieran para liberar a su marido.
Carlos Ghosn acusa a los directivos del fabricante Nipón Nissan de pergeñar las acusaciones contra él en un intento de evitar una mayor integración con su socio de alianza, el francés Renault.
La orden de detención contra Carole llega cuando todavía no se han reconstruido todas las piezas de la huida de Ghosn, que estaba en principio bajo estrecha vigilancia.
Retazos aislados sugieren que recibió ayuda de un experto en seguridad y se aprovechó de los vacíos de seguridad en el aeropuerto japonés de Kansai.
Según las cámaras de seguridad, salió solo de su residencia de Tokio. Después se habría encontrado con dos ciudadanos estadounidenses y viajó en un tren de alta velocidad hasta Osaka el 29 de diciembre.
En Osaka, habría salido escondido en una caja embarcada en el avión privado que voló hasta Estambul.
Según las normas de seguridad aeroportuarias, los grandes bultos que entran en un avión privado están exentos de escrutinio, un vacío que podría haber ayudado a Ghosn a escapar sin ser visto.
Interpol, el organismo de cooperación policial internacional, ha emitido una "alerta roja" para la detención de Carlos Ghosn, pero Beirut y Tokio no tienen tratado de extradición.
No está claro si una orden similar podría ser emitida para Carole Ghosn.
Ghosn tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa en Beirut el miércoles y dijo a Fox Business que tiene "pruebas" que demostrarán que los cargos contra él son en realidad un complot.