Decenas de personas se reunieron en torno del memorial en una vigilia el viernes por la noche para conmemorar el 20° aniversario de la matanza en la escuela secundaria de Columbine, en Littleton, Colorado.
Doce estudiantes y una maestra fueron asesinados el 20 de abril de 1999, cuando dos adolescentes armados con varias armas y bombas caseras atacaron la escuela, cuyo nombre se ha convertido en una triste referencia de tiroteos escolares.
Desde entonces, se han producido más de una docena de tiroteos en escuelas estadounidenses.
Solo en 2018, 17 estudiantes y educadores fueron asesinados por un exalumno en Florida, mientras que 27 personas, en su mayoría niños, fueron víctimas de otra matanza en 2012. En Virginia, 32 murieron en un hecho similar en una universidad en 2007.
El viernes, sobrevivientes de Columbine, junto a familiares y amigos, se reunieron para recordar la tragedia en Littleton. Encendieron velas, oraron y dejaron flores junto a las placas con los nombres de los fallecidos.
En el memorial, una pared circular interior contiene biografías de las víctimas grabadas en el mármol. La pared exterior enumera a los heridos en el ataque.
"Nunca olvides", dice sobre la piedra en el suelo.
A principios de esta semana, la sobreviviente Amanda Duran había expresado su enojo por los persistentes tiroteos en las escuelas.
"Hubiera pensado que alguien vendría con más leyes para regular las armas, o con requerimientos de salud mental antes de que sea entregado un permiso para comprar un arma", dijo Duran, que tenía 15 años en el momento del ataque.
"Pero nada de eso pasó (...) estoy enojada", dijo.
Las secuelas de Columbine todavía se sienten.
Una adolescente estadounidense cuya obsesión con la masacre provocó el cierre de escuelas y una persecución en Denver fue hallada muerta el miércoles, a causa de una herida de bala aparentemente autoinfligida.
Dean Phillips, agente especial a cargo de la oficina del FBI en Denver, dijo que Sol Pais, de 18 años, había hecho comentarios en el pasado que expresaban "una obsesión" con la masacre de Columbine y sus responsables.
Las autoridades iniciaron una intensa búsqueda de Pais después de que la joven viajara desde Florida a Colorado. Había comprado una escopeta y municiones.
Las autoridades habían advertido que estaba "armada" y era "extremadamente peligrosa", y ordenaron a medio millón de estudiantes quedarse en sus casas.
