El descontento en los Andes del Sur de Perú, que estalló en diciembre pasado en la región donde hace siglos nació el imperio inca, ha provocado las mayores movilizaciones sociales del siglo XXI en el país sudamericano.
El estallido de la crisis ha dejado hasta el momento 44 manifestantes y un policía muertos. Mientras que otras 10 personas, entre ellas un bebé, han perdido la vida por distintas causas provocadas de igual forma por los bloqueos de carreteras.
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Hoy hacemos un recuento de lo que ha pasado en Perú desde diciembre del año pasado y te explicamos el motivo por el que se han desencadenado las violentas protestas contra el gobierno, el cual ha tenido cuatro presidentes en los últimos años.
¿Qué desencadenó la crisis en Perú?
El detonante fue el rechazo a la destitución el 7 de diciembre en el Congreso del presidente izquierdista Pedro Castillo, de origen indígena, por un fallido golpe de Estado con el cual intentó cerrar el Parlamento, de mayoría derechista, gobernar por decretos y convocar a una Asamblea Constituyente.
La destitución ocurrió horas antes de que el Legislativo votara una moción para separar a Castillo, a quien la fiscalía investigaba por corrupción. Luego un juez lo condenó a 18 meses de prisión preventiva por delito de rebelión en flagrancia.
La vicepresidenta Dina Boluarte lo reemplazó, pero el repudio popular a la sangrienta represión de las protestas relegó a Castillo a un segundo plano, potenciando el pedido de renuncia de la nueva presidenta y el cierre del Congreso.
¿Cuándo y por qué iniciaron las protestas en Perú?
Las protestas empezaron en el "Perú profundo", es decir, las zonas andinas del sur peruano y se han extendido hasta Lima.
Miles de manifestantes se han congregado en las últimas cinco semanas para darle más peso a su movimiento iniciado el pasado 7 de diciembre tras la destitución del presidente izquierdista.
La plataforma de demandas de los manifestantes es esencialmente política: renuncia de la presidenta, elecciones inmediatas y Asamblea Constituyente, sin embargo, el Gobierno ya ha rechazado todas estas peticiones.
La crisis es también un reflejo de la enorme brecha entre la capital y las provincias pobres, que apoyaron al presidente Castillo y vieron en su elección una forma de venganza por el desprecio recibido de Lima.
Lo anterior terminó por polarizar a la población y traer consigo las otras exigencias, que en este caso son económicas también.
Las regiones andinas tienen la impresión de ser desatendidas por la capital más rica, incluso varios manifestantes acusan a las multinacionales, especialmente a las mineras, de saquear el país sin que haya inversión en ese sector.
"Esto es una lucha de la nación Chanca. Una lucha de los quechuas, los aimaras contra un Estado, que tiene 200 años de República y que sigue marginando. La lucha es contra el racismo", opina Germán Altamirano, un agricultor de 75 años entrevistado por AFP.
Y es que el el centralismo de Perú provocó que las regiones amazónicas fueran las menos beneficiadas del boom económico de los últimos 30 años.
Además de las protestas, los bloqueos en las carreteras también han afectado gravemente al país. El director del Consejo Nacional del Transporte Terrestre, Martín Ojeda, señaló que con estos bloqueos el 80% de la flota de buses se encuentra paralizada.
Estado de Emergencia
Los disturbios desatados desde diciembre provocaron que el gobierno declarara el estado de emergencia en una parte del territorio para frenar la disputa.
Perú decretó el 15 de enero el estado de emergencia por 30 días en las regiones de Lima, Cusco, Callao y Puno, autorizando a los militares a intervenir para resguardar el orden público en medio de las protestas que piden la renuncia de la presidenta Boluarte.
Posteriormente, el Gobierno prolongó el estado de emergencia a los departamentos de Amazonas, La Libertad y Tacna tras las protestas antigubernamentales y enfrentamientos de esta jornada.
La medida suspende los derechos constitucionales de inviolabilidad de domicilio y las libertades de tránsito por el territorio nacional, reunión y libertad y seguridad personales, según el decreto del Poder Ejecutivo publicado por la gaceta oficial.
Sin embargo, poco a servido el decreto pues decenas de manifestantes siguen marchando e incluso, llegaron hasta el Congreso dando lugar a enfrentamientos, donde civiles han perdido la vida.
En Lima, las autoridades han desplegado 11 mil 800 efectivos en las calles para el control de disturbios, más de 120 camionetas y 49 vehículos militares, y también la participación de las fuerzas armadas, informó el jefe de la Región Policial Lima, general Víctor Zanabría.
La noche de este jueves un incendio estalló en un antiguo edificio de cuatro pisos semideshabitado cerca a la plaza San Martín, donde se agrupaban centenares de manifestantes.
Por su parte, el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), cuya organización está detrás de la marcha, pronosticó una protesta de larga duración hasta la dimisión de la presidenta.
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"Las marchas continuarán. Todas las regiones del país han dicho que no regresarán a su lugar de origen mientras no renuncie Dina Boluarte", dijo a la AFP Gerónimo López, líder sindical.
Con información de EFE y AFP
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