La demanda que el gobierno mexicano ha impuesto en contra de la industria armamentista de los EU por facilitar el poder de fuego del crimen organizado se sitúa en medio de una profunda división ideológica en la sociedad americana sobre el tema. De acuerdo con una encuesta del think tank Pew Research los propietarios y no propietarios de armas difieren de manera importante en cuanto a la reglamentación de la industria, por ejemplo apenas el 37% de los propietarios de armas apoyan la prohibición de la venta de armas de asalto contra el 74% de los no propietarios. La portación oculta o el armamento de maestros también son temas polarizantes.