RÍO DE JANEIRO. La ciudad brasileña comenzó este miércoles a utilizar drones en una nueva acción para combatir el Covid-19, un virus que se ha expandido en las últimas semanas en el país y ya deja al menos mil 500 muertos y 25 mil contagios.
Un avión no tripulado equipado con un altavoz empezó hoy a sobrevolar la ciudad, alertando a los cariocas sobre la importancia de quedarse en casa y de mantener la distancia social en caso de que sea inevitable salir a la calle, siguiendo las directrices del Ministerio de Salud.
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La tecnología se utilizará principalmente para dispersar aglomeraciones en Río de Janeiro, las cuales son detectadas a través de las señales de los teléfonos mó- viles o gracias a las cámaras municipales.
Los drones también serán activados cuando la alcaldía reciba alguna denuncia ciudadana a través de la línea telefónica habilitada para identificar grandes concentraciones de personas.
"El equipo se utilizará contra aglomeraciones y también cuando las cámaras del centro de operaciones de Río de Janeiro perciban la concentración de personas en lugares públicos", explicó el director presidente de la empresa municipal de informática (IplanRio), Julio Urdangarin.
Además de las alertas, los drones también grabarán las acciones y las imágenes serán transmitidas en tiempo real en la central de operaciones del gabinete de crisis establecido por la alcaldía.
La capital fluminense ha registrado hasta el momento dos mil 393 casos y 140 muertes por coronavirus, pese a las restricciones impuestas por el gobernador del estado de Río de Janeiro, Wilson Witzel, para frenar el avance del patógeno.
ITALIA
"¡Atención! Usted está en una zona prohibida. Salga inmediatamente". En el pueblo de Treviolo, en el norte de Italia, hay un dron que no se limita a detectar a quienes incumplen con el confinamiento, sino que, además, les toma la temperatura a distancia.
La monótona voz mecánica advierte: "la violación de las reglas conlleva sanciones administrativas y penales".
En Treviolo, una localidad de Lombardía de 11 mil habitantes, situada a afuera de Bérgamo, el Covid-19 se ha llevado por delante una cincuentena de vidas.
Una situación que, según el alcalde y gran parte de la población, justifica el uso de dos drones para vigilar las calles del centro y sus alrededores. Uno de ellos cuenta además con un sensor de temperatura que indica, aproximadamente, la temperatura de la gente.
El uso de drones para vigilar a la población se ha generalizado a medida que la pandemia se expande, incluso en países en los que hace tan sólo un mes este recurso habría generado un importante debate sobre una eventual violación de las libertades individuales.
"Elevamos el dron a 25 metros y cuando este detecta personas, lo bajamos para tomar la temperatura de las personas con más precisión, pero de todas formas, es algo aproximado", explica Matteo Copia, responsable de la policía local, cuyos agentes manejan los aparatos.
En su pantalla de control, se ven dos siluetas con colores más o menos cálidos, que permitirían detectar cualquier caso de fiebre sospechosa.
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