Amenazado con el cierre tras años de sufrir varios reveses, el astillero Harland and Wolff de Belfast, Irlanda del Norte, famoso por haber construido el Titanic, fue declarado ayer en bancarrota.
El gabinete de auditoría BDO fue designado administrador y la empresa, con sede en Belfast (Irlanda del Norte), iniciará hoy un procedimiento de insolvencia ante la Alta Corte de Belfast, informaron ayer varios medios británicos.
"Cada vez parece menos probable que se encuentre una solución a corto plazo", señaló horas antes a la BBC Gavin Robinson, miembro del partido DUP de Irlanda del Norte.
El astillero naval dejó de funcionar formalmente ayer, y el grupo petrolero noruego Dolphin Drilling, casa matriz de Harland and Wolff, luchó por encontrar un comprador para el gigante de la historia industrial norirlandesa, cuyas enormes grúas amarillas han dominado durante mucho tiempo el panorama de Belfast.
H&W, que empleaba a más de 30 mil personas a comienzos del siglo XX, actualmente apenas contaba con 130 trabajadores, muchos de los cuales se han manifestado en los últimos días para tratar de salvar sus puestos pidiendo una intervención del gobierno.
Una verdadera institución en Irlanda del Norte, el astillero naval ha sufrido un declive ininterrumpido en las últimas décadas.
Establecido en 1861, construyó el famoso transatlántico Titanic, que se hundió en abril de 1912, durante su viaje inaugural desde Gran Bretaña hacia Nueva York, muriendo más de mil 500 de sus dos mil 200 pasajeros. El astillero también construyó unos 150 buques militares durante la Segunda Guerra Mundial.
Después, la empresa se alejó de la construcción naval y hasta hace poco trabajó sobre todo en proyectos de energía eólica e ingeniería marina.