Jorge Sandoval G. / Corresponsal
CIUDAD DEL VATICANO. (OEM-Informex)- El papa Francisco no desea,por ahora, abrir más debates dentro de la Iglesia sobre argumentosdelicados de la milenaria doctrina de la Iglesia católica. Es elcaso del celibato sacerdotal, acerca del cual dijo que suabolición no representa una solución de frente a la falta devocaciones. Sin embargo no rechaza esta posibilidad para los“viriprobati”, es decir, los hombres casados que recibieron laordenación como diáconos, presbíteros u obispos con elcompromiso de llevar una vida de continencia total una vezrecibidas las sagradas órdenes.
“Se trata de una posibilidad” - afirmo Bergoglio en unaentrevista al periódico alemán “Die Zeit”-, pero también–preciso- “tenemos que decidir qué tipo de tarea asumiránestas personas, por ejemplo para las comunidades aisladas”.
Esta posibilidad es bastante concreta y al respecto cabeseñalar que recientemente, el Secretario de Estado (equivalente aun “primer ministro”) de la Santa Sede, cardenal PietroParolin, confirmó la línea de Francisco, subrayando que “en lasituación actual, especialmente en algunas aéreas geográficas,se evidencia cada vez más una especie de ‘emergenciasacramental’ a causa de la falta de sacerdotes”.
En este contexto, Francisco no podía dejar de reconocer que“la falta de vocaciones es un problema grande...Un problema quela Iglesia debe resolver”...”Debemos – agrego- trabajar conlos jóvenes que tengan alguna inquietud de servicio hacia losdemás, si bien esto no es fácil, considerando también que losjóvenes son los grandes descartados en la sociedad moderna y lovemos en la falta de trabajo para ellos en tantos países”, dijoBergoglio ampliando el argumento más allá de la falta devocación sacerdotal.