Este año marcó un descenso en las muertes en el mundo por ataques, en parte por la reducción de víctimas mortales en Siria, Pakistán, Afganistán y Nigeria, de acuerdo con un informe del Instituto para la Economía y la Paz. Sin embargo, el número de países que sufrieron por lo menos una muerte causada por el terrorismo aumentó. En total, 77 países sufrieron por lo menos una muerte causada por ataques terroristas, más que los 65 de 2016. Esta tendencia se debió principalmente a la salida de numerosos combatientes del Estado Islámico de Siria e Irak -donde perdieron terreno durante todo el año- hacia sus países de origen, principalmente en Europa, y la radicalización por internet de jóvenes musulmanes, quienes en muchos casos, sin tener contacto con organizaciones terroristas, copiaron su ideología y tácticas para atacar de formas diversas.
RAMBLAS DE BARCELONA
Al menos 13 muertos y más 100 heridos dejó un “atropello masivo” en las Ramblas de Barcelona, el jueves 17 de agosto, perpetrado por una persona con una furgoneta y reivindicado por el EI.
MEZQUITA SUFI EN EGIPTO
Al menos 235 personas murieron el 24 de noviembre en una mezquita en la volátil región del Sinaí cuando insurgentes detonaron una bomba y abrieron fuego contra los fieles que rezaban en el lugar, en el peor ataque en la historia moderna de Egipto.
MANCHESTER ARENA
El 22 de mayo, un kamikaze detonó dos bombas en el interior del Mánchester Arena, durante el concierto de Ariana Grande, que dejaron al menos 22 muertos (incluidos niños) y 60 heridos