BRUSELAS, Bélgica. (EFE).- La Unión Europea (UE) y Cubafirmarán hoy el primer acuerdo bilateral de su historia, con elque el bloque comunitario pondrá fin a su restrictiva políticahacia la isla, en vigor desde 1996, y dará comienzo a una nuevaera de relaciones.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, se desplazará a Bruselaspara firmar el acuerdo de diálogo político y cooperaciónnegociado con la UE, y que supondrá el fin de la “posicióncomún”, la política restrictiva que Bruselas le impusounilateralmente a la isla en 1996, a instancias del Gobiernoespañol encabezado entonces por el conservador José MaríaAznar.
En la firma participará también la alta representante de la UEpara la Política Exterior, Federica Mogherini, quien ya rubricóel texto junto a Rodríguez en La Habana en marzo, al cierre deunas negociaciones que se iniciaron en abril de 2014.
Los ministros de Exteriores de los Veintiocho, presentes hoy enBruselas para participar en un Consejo, estamparán igualmente sufirma en el acuerdo, dada la naturaleza “mixta” del mismo, esdecir, por abarcar competencias no sólo de la UE sino también delos Estados miembros.
Este acuerdo con Cuba, el único país de América Latina con elque la UE no tenía un acuerdo bilateral, busca respaldar el“proceso de transición de la economía y la sociedad cubanas”y promover tanto el diálogo y la cooperación en favor del“desarrollo sostenible, la democracia y los derechos humanos”,como acciones conjuntas en foros multilaterales, segúnBruselas.
La UE quiere acompañar los cambios económicos y sociales queha iniciado la isla, que en paralelo ha emprendido lanormalización de sus relaciones con Estados Unidos (EU) tras másde 50 años de enfrentamiento, pese a que el bloqueo económicoestadunidense sigue en pie, y la elección de Donald Trump comopróximo presidente arroja incertidumbre sobre el proceso.
El acuerdo también culmina un cambio progresivo en la relaciónde la UE con La Habana, después de que retomaran el diálogopolítico y la cooperación en 2008, tras la llamada “PrimaveraNegra” de 2003.
Entonces el régimen cubano encarceló a 75 opositores, lo quellevó a la Unión a imponerle sanciones y, a Cuba, a rechazar suayuda al desarrollo.
Para sacar adelante el acuerdo ha sido necesario dar garantíasa los países más reticentes, como Suecia o la República Checa,de que los derechos humanos seguirán siendo un asunto central enla nueva relación.
“No se da un cheque en blanco a Cuba. Ya sin las restriccionesde la posición común --que condicionaba las relaciones a lademocratización y los derechos humanos en la isla--, se seguiráavanzando en la relación según los progresos en Cuba”,indicaron fuentes diplomáticas, que reconocieron que “lassanciones no conducían a nada”.
La Comisión Europea estará encargada de llevar a cabo“informes de progreso” y los Estados miembros decidirán enfunción de los mismos, explicaron. Por lo que se refiere a Cuba,la posición común era el gran escollo para normalizar larelación con la UE, a pesar de que ya mantiene acuerdosbilaterales con la mayoría de sus países.
Superada esa política que La Habana no reconocía, el acuerdoserá el nuevo marco jurídico bilateral para las relaciones.
Estructurado en tres capítulos principales, el primeroimpulsará el diálogo político en derechos humanos, armas depequeño calibre y el desarme, migración, drogas, la lucha contrael terrorismo o el desarrollo sostenible.
El segundo versará sobre cooperación en políticassectoriales: de nuevo derechos humanos, gobernanza, sociedad civil,desarrollo social y económico, medio ambiente o colaboraciónregional.
El último capítulo abordará el comercio y la cooperación enaduanas, facilitación del comercio, normas técnicas o el comercioy la inversión sostenibles.
A pesar de no tratarse de un Tratado de Libre Comercio (TLC) nide protección de inversiones, creará “una atmósfera máspredecible y transparente para los agentes económicos” e“incrementará su capacidad económica para producir, comerciar ycrear empleo”, según la UE.
La Unión es el principal exportador a Cuba y su segundo sociocomercial (por detrás de Venezuela), además de ser también elmayor inversionista extranjero en el país y el punto de origen deun tercio de los turistas que recibe.
En 2015, el valor de las exportaciones de bienes a Cubaascendió a dos mil 200 millones de euros y, el de lasimportaciones a 540 millones.