El nuevo presidente francés Emmanuel Macron oficializó suprimer gabinete ministerial de 22 miembros, que respeta la paridadentre hombres y mujeres y refleja su voluntad de “recomposiciónpolítica” que prometió a lo largo de la campaña.
Su primer equipo fue formado como un virtual Gobierno decoalición a partir de una delicada alquimia que tiene en cuenta elequilibrio entre las diversas fuerzas que forman su mayoría: 8ministros de izquierda (6 socialistas y 2 del Partido Radical deIzquierda), 3 del grupo centrista Modem de François Bayrou y 2 delpartido de la derecha conservadora Los Republicanos (LR) más elprimer ministro Edouard Philippe, que también pertenece a esacorriente.
Prácticamente la mitad de los ministros y secretarios carecende pasado político y provienen de la llamada “sociedad civil”.Macron había anticipado que esos técnicos serían escogidosexclusivamente por su competencia.
El estratégico puesto de ministro del Interior fue confiado alalcalde de Lyon, Gérard Collomb, de 69 años, que fue uno de losprimeros socialistas en apoyar la candidatura presidencial deMacron. Tendrá rango de ministro de Estado y ocupará el segundolugar -detrás del primer ministro- en el orden protocolar.
Otro socialista, Jean-Yves Le Drian (69), que ocupó elministerio de Defensa durante los cinco años del Gobierno deFrançois Hollande, asumió el ministerio de Europa y RelacionesExteriores. La cancillería cambió su designación tradicionalpara reflejar la marcada vocación europeísta de Macron.
Sylvie Goulard (52), diputada centrista ante el ParlamentoEuropeo, fue designada al frente del ministerio de las FuerzasArmadas. Esa nueva denominación del ministerio de Defensa, fueadoptada en homenaje al general Charles de Gaulle. Goulard,perfectamente políglota -habla inglés, alemán e italiano-tendrá la difícil responsabilidad de acelerar el ritmo para poneren práctica una defensa común europea.
El nuevo responsable del ministerio de Economía será Bruno LeMaire (48), que procede de la derecha, al igual que GéraldDarmanin (34), el más joven del equipo, que tendrá a su cargo lasCuentas Públicas, nuevo nombre del ministerio de Finanzas.
El mayor éxito de Macron fue lograr la incorporación delfamoso militante medioambientalista Nicolas Hulot (62) al frente deun gran ministerio de la Transición Ecológica. Hulot, conocidopor su programa de televisión “Usuahia”, había rechazadoanteriormente los ofrecimientos realizados por los presidentesJacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande.
El anuncio, como era previsible, fue acogido por los líderes deLR con fuertes críticas a Macron por su “falta de audacia” yel “fracaso” de su política de división de la derecha. Lacúpula de LR destacó que el presidente solo designó a trespersonalidades que hasta ahora eran militantes del partido. “Losque se fueron, se excluyeron ellos mismos”, declaró Eric Ciotti,secretario general adjunto de LR. Todos los dirigentes de laderecha se esforzaron en disimular la profunda división queestalló en el partido después del documento firmado por un grupode 170 diputados y alcaldes, apelando a respaldar la política de“recomposición” y de “reconstrucción del país” quepropicia el nuevo presidente.
El Frente Nacional (FN) de extrema derecha descalificó al nuevogobierno al definirlo como un “reciclado de viejas glorias”.Nicolas Bay, secretario general del FN, comentó que “Macron hizouna síntesis de los partidos que llevaron el país a laruina”.
Jean-Luc Melenchon, líder del movimiento de ultra-izquierdaFrancia Insumisa, resumió sus críticas diciendo: “Es ungobierno de derecha, punto”.