BEIRUT. Al menos 87 migrantes murieron tras hundirse el barco en el que viajaban frente a las costas de Siria, indicó el ministro de Salud sirio, en el naufragio más mortífero de los últimos años para Líbano, de donde había zarpado la embarcación.
Líbano se está convirtiendo cada vez más en punto de partida de embarcaciones ilegales desde que en 2019 surgió una grave crisis económica y financiera en el país, tras décadas de mala gestión y corrupción de la clase dirigente.
Según la televisión siria, unas 150 personas, principalmente libaneses, iban a bordo del pequeño barco, que naufragó frente a las costas de la ciudad portuaria de Tartús, en el oeste de Siria.
"La cifra de víctimas mortales del barco que se hundió frente a Tartus ha ascendido a 87, mientras que 20 supervivientes están siendo tratados en el hospital", dijo la oficina de prensa del ministro de Transporte libanés, Ali Hamie.
Refugiados palestinos del campo de Nahr el-bared, en el norte de Líbano, también figuran entre las víctimas, según responsables de las instalaciones.
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Tartús es el más meridional de los principales puertos sirios y se encuentra a 50 kilómetros al norte de Trípoli.
Numerosos pasajeros libaneses del barco eran oriundos de las regiones pobres del norte del país, sobre todo de la capital libanesa.