El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que está luchando contra su extradición desde Reino Unido a Estados Unidos, vio cómo era denegada su solicitud de libertad provisional el miércoles, después de que sus abogados argumentaron que debería salir de la cárcel por el brote del coronavirus.
Assange, de 48 años, es requerido por Estados Unidos por 18 cargos criminales que van desde la conspiración para hackear computadoras gubernamentales a la violación de una ley de espionaje, delitos por los que podría pasar décadas en prisión.
"Tal y como están las cosas hoy, esta pandemia global por sí sola no aporta argumentos para la liberación del señor Assange", dijo la juez Vanessa Baraitser, de la Corte de Magistrados de Westminster.
Según indicó, la conducta anterior de Assange demuestra hasta dónde está dispuesto a llegar para evitar un proceso de extradición, al tiempo que indicó que hay razones sustanciales para creer que si es liberado volvería a esconderse de nuevo.
Sus palabras hacían referencia al hecho de que Assange violó la libertad condicional y escapó a la Embajada de Ecuador en Londres en 2012 para evitar ser extraditado a Suecia, donde era buscado por supuestos delitos sexuales. Estas acusaciones ya no están vigentes en la actualidad.
Assange permaneció en el interior de la legación diplomática durante siete años. Finalmente fue sacado de la embajada después de que Ecuador revocó su asilo.
En la actualidad está encarcelado en la prisión de Belmarsh, en Londres.
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