CARACAS. El presidente Nicolás Maduro y la Fuerza Armada de Venezuela se declararon en ofensiva contra los “golpistas”, al reafirmar públicamente su unidad tras el fallido alzamiento militar liderado por el opositor Juan Guaidó.
Maduro y el alto mando aparecieron al amanecer con unos 4 mil 500 soldados en un acto transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión, al tiempo que se confirmaba que cuatro opositores murieron en protestas del martes y miércoles.
“Sí, estamos en un combate, máxima moral en ese combate para desarmar a cualquier traidor, a cualquier golpista”, dijo Maduro desde una tarima, con gorra militar, en Fuerte Tiuna, principal destacamento del país petrolero en Caracas.
Sus llamados llegan tras el alzamiento el martes de un reducido grupo de militares bajo el liderazgo de Guaidó, reconocido como mandatario interino de Venezuela por más de 50 países.
Armados y con vehículos blindados, los efectivos se apostaron frente a una base aérea de Caracas junto al opositor, quien pidió a toda la Fuerza Armada apoyar la sublevación.
Pero la cúpula militar ratificó su adhesión a Maduro y 25 rebeldes pidieron asilo en la embajada de Brasil. El opositor Leopoldo López, liberado por ellos de su prisión domiciliaria, se refugió en la legación española.
“Ha llegado la hora de combatir, ha llegado la hora de dar un ejemplo (...) al mundo y decir: en Venezuela hay una Fuerza Armada consecuente, leal, cohesionada, unida como nunca antes, derrotando intentonas golpistas de traidores que se venden a los dólares de Washington”, subrayó Maduro.
Sus exhortaciones fueron respondidas por el alto mando con expresiones de compromiso e insultos contra Guaidó.
“Venimos a ratificar nuestra lealtad (...) al mando supremo de la Fuerza Armada que es el único presidente, el presidente Nicolás Maduro”, dijo el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino.
Padrino, quien según el Washington Post estaba dispuesto a romper con Maduro pero éste habría descubierto antes el complot en su contra, denunció que pretenden comprar a los militares como si fuesen “mercenarios”, y rechazó los intentos opositores para quebrar al Ejército.
En tanto, una corte ordenó el arresto de Leopoldo López.
En respuesta, el gobierno de España afirmó en un comunicado que “no tiene intención” de entregar al dirigente opositor, y añadió que éste, su esposa, Lilian Tintori, y su hija de 15 meses “se encuentran en la residencia del embajador de España en Caracas por voluntad propia”. También dijo que López se encuentra en calidad de “huésped” y no como asilado.
Por su parte, López aseguró desde la residencia del embajador que se ha reunido con los generales y los comandantes de la Fuerza Armada en las últimas tres semanas y aseguró que pronto habrá “más movimiento del sector militar”.
“Nos estamos preparando con mucha seriedad para la próxima fase que es el gobierno de transición”, dijo López.
El miércoles, en el marco de concentraciones de miles de opositores, Guaidó previó que tras la insurrección militar “el régimen va a tratar de acentuar la represión” y perseguirlo, e insistió en que seguirá en las calles e impulsará una “huelga general”.
Dos manifestantes opositores heridos de bala el martes y el miércoles murieron ayer, con lo que subió a cuatro la cifra de fallecidos esta semana en protestas contra Maduro y en respaldo a la sublevación.