GINEBRA. La decisión del gobierno de Estados Unidos de retirar la limitación de tiempo que pueden pasar los niños migrantes en sus centros de retención es contraria al derecho internacional, afirmó la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
En una rueda de prensa, Bachelet se dijo preocupada por el anuncio en agosto del secretario de Seguridad Interior de EU de querer poner fin a una decisión judicial de 1997, llamada "Flores", que obliga a las autoridades federales a mantener a los niños detenidos un máximo de 20 días.
Varios estados de la Unión ya anunciaron su intención de oponerse a la decisión en los tribunales. Convertir en ilimitada la detención es "contrario a todas las convenciones legales, al derecho internacional, a los derechos humanos y a las leyes sobre los niños", dijo Bachelet.
La Alta Comisionada apuntó que la convención de los derechos de los niños estipula que sólo pueden estar detenidos como último recurso y durante el menor tiempo posible.
Bachelet aseguró que "centenares de niños suplementarios fueron separados de sus familias desde (...) junio de 2018", después de que el presidente Donald Trump puso fin al programa de "tolerancia cero" para separar familias en la frontera.
"Pensamos que la separación arbitraria de las familias constituye una injerencia arbitraria e ilegal en la vida familiar y una grave violación a los derechos del niño", declaró.
La responsable de derechos humanos de la ONU también se opuso a la nueva regla anunciada por el gobierno republicano de rechazar la nacionalidad estadounidense a los migrantes que reciben ayudas.