La muerte del papa emérito Benedicto XVI, el primer papa en renunciar a su cargo en más de seis siglos, ha obligado al Vaticano a planificar una capilla ardiente y un funeral sin precedentes en la historia de la Iglesia Católica.
El funeral, que se llevará a cabo el jueves en la plaza de San Pedro del Vaticano a las 09:30 horas (02:30 horas en CDMX), será presidido por su sucesor, el papa Francisco, y se espera la asistencia de miles de fieles.
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La ceremonia de despedida del papa emérito no solo será solemne y llena de simbolismos, sino que tendrá algunas peculiaridades por ser la primera en la historia, y aquí algunas de las claves de la despedida del pontífice.
1. No será un funeral de estado
Benedicto XVI dejó de ser Jefe de la Iglesia católica y del Estado Vaticano tras su renuncia en febrero de 2013 y, por tanto, no se celebrará como tal un funeral de Estado.
Las únicas delegaciones oficialmente invitadas son de Italia y Alemania, país natal del papa emérito, no obstante, otras autoridades políticas y religiosas de diferentes confesiones asistirán en calidad de invitadas, tales como:
- España, representada por la reina emérita, Doña Sofía, y por el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños.
- Polonia, representada por el presidente Andrzej Duda
- Hungría, representada por la presidenta Katalin Novàk
- Portugal, representada por el presidente Marcelo Rebelo de Sousa
- Eslovenia, representada por la presidenta Nataša Pirc Musar
2. Ritos y simbolismos adaptados
La ceremonia estará llena de simbolismo, como es habitual en la santa sede. Sin embargo, debido a que el papa emérito renunció a su cargo en 2013 y ya no es un papa "reinante", los ceremonieros vaticanos han tenido que realizar algunas "adaptaciones" en el libreto de la ceremonia.
Entre ellas, se han modificado las lecturas y las súplicas finales, y no se declararán las "novendiales", el periodo de luto de nueve días que sigue a la muerte de un papa, ya que el papa actual sigue vivo.
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Los restos del papa emérito han sido vestidos con la dignidad papal, con una casulla roja (color del luto pontificio) y una mitra blanca con bordes dorados, aunque no llevará el Anillo del Pescador, que fue anulado tras su renuncia.
También se seguirá el protocolo pontificio en cuanto a su féretro, compuesto por tres ataúdes encajados uno dentro del otro: el primero de madera de ciprés forrado con terciopelo carmesí, el segundo de zinc sellado y el último, el visible, de olmo.
En el primer ataúd se colocarán, junto a los restos del papa emérito, las medallas y monedas acuñadas durante su pontificado, así como los distintos palios y la estola de lana blanca, símbolo de jurisdicción. También se colocará un cilindro de metal con el llamado "Rogito", un breve texto con los actos más destacados de su reinado.
La ceremonia durará unas tres horas y, tras los ritos, el triple féretro del papa emérito será trasladado a la cripta de la basílica vaticana, donde descansan otros pontífices del pasado.
El papa emérito ha elegido descansar junto a su admirado Juan Pablo II, cuya tumba fue expuesta en la superficie de la basílica en 2011, el año de su beatificación.
3. Será presidido por el Papa Francisco
La situación de tener a dos papas vivos en el Vaticano ha llevado a que el papa Francisco sea el encargado de oficiar las exequias de su predecesor, lo que no había ocurrido desde 1802, cuando Pío VII celebró el funeral de Pío VI en la plaza de San Pedro.
Los restos de Pío VI habían llegado a Roma desde Francia después de su muerte tres años antes, mientras era prisionero de Napoleón.
4. Asistencia menor al funeral de Juan Pablo II
Durante el funeral de Juan Pablo II en 2005, se esperaba la llegada de alrededor de 300 mil personas a la plaza de San Pedro.
En la ceremonia de despedida del papa emérito, se espera la llegada de unas 60,000 personas, aunque el número real podría ser mayor porque más de 160 mil personas han pasado por la capilla ardiente, superando las predicciones iniciales de 100 mil.
Vaticano está listo para el funeral
El Vaticano ya tiene todo listo para estas exequias que han hecho que casi 200 mil personas hayan pasado por la basílica de San Pedro para despedir al papa emérito en su capilla ardiente.
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En el entierro se espera que participen unas 60 mil personas, además de las autoridades, por lo que se blindará con agentes de seguridad toda la zona y sus inmediaciones, en las que hoy ya se percibía un intenso trasiego de fieles, turistas y curiosos.
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