/ jueves 29 de octubre de 2020

Preparan la reapertura del volcán Pacaya

El coloso activo de Guatemala espera reiniciar actividades turísticas a fin de mes, aunque en noviembre prevén un rebrote

SAN VICENTE PACAYA. La población que vive en aldeas y municipios aledaños al volcán Pacaya, uno de los tres más activos de Guatemala, se ha visto fuertemente afectada por la ausencia de turistas locales y extranjeros en el parque nacional para ingresar al coloso, sin actividad debido a la pandemia de coronavirus.

Cerrado desde el pasado 16 de marzo, apenas tres días después de que Guatemala confirmara el primer caso positivo de Covid-19, el volcán Pacaya, explosivo (estromboliano) en su origen y con ríos de lava constantes, anhela un pronto retorno del turismo, al menos nacional.

Pero, como le dijo este martes a la agencia EFE el director del sitio, Édgar Rodríguez, aún falta concluir un protocolo de seguridad para volver a abrir las puertas al público el próximo 30 de octubre.

La población local espera con ansias dicha reapertura del Parque Nacional volcán de Pacaya y laguna de Calderas, ubicados a 51 kilómetros al sur de la Ciudad de Guatemala, después de que el confinamiento culminara oficialmente en el país el pasado 1 de octubre.

UN VOLCÁN DESOLADO

“Dependemos del turismo y tenemos que velar por los turistas, así como por toda la seguridad de empleados, guías, caballistas, vendedores de comida ambulantes, pues sin ellos no funcionaríamos como parque nacional”, dice Rodríguez consultado por EFE en San Vicente Pacaya, municipio del departamento de Escuintla, al sur del país.

El director aseguró que estos más de siete meses han trabajado, en conjunto con la Municipalidad de San Vicente Pacaya, “con algunos insumos de consumo diario”, pero, sobre todo, para contar pronto con “el protocolo para la reapertura, además de haber dado mantenimiento al área”, cuya extensión supera las dos mil 220 hectáreas.

Unas 350 o 450 familias “dependen directamente del parque. En su mayoría, provienen de la comunidad de San Francisco y Concepción el Cedro, en el departamento de Escuintla, que en un 80 por ciento dependen del parque”, añadió el funcionario.

Además, “está (el poblado) San José Calderas y el municipio de San Vicente Pacaya, que son de la cabecera municipal, y gente de (los poblados) El Patrocinio y El Rodeo que dependen directamente del parque”, aseveró.

EL ESPECTÁCULO DE LAVA

El portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) del país centroamericano, David de León, le explicó que el volcán de Pacaya deja ver “flujos de lava” atractivos para los interesados en el tema.

De León enfatizó que, “comparado con los demás volcanes activos en Guatemala (el volcán Santiaguito y el volcán de Fuego), que muestran flujos piroclásticos de entre 200 a 700 kilómetros por hora, la lava en el Pacaya avanza a cinco o 10 kilómetros por hora y por eso es que se logran observar los ríos de lava”.

El volcán, sin embargo, tiene un “periodo de recurrencia que tiene una fase de actividad eruptiva de 10 a 12 años”, apuntó De León. La última erupción registrada fue el 27 de mayo de 2010, por lo cual, la Conred estima que el coloso está “ya en el límite en el que podría presentar una fase eruptiva”.

La entidad de protección civil ha acelerado el seguimiento y la actualización de planes con las comunidades aledañas, esas que viven del turismo en su esencia y que aguardan impacientes la fecha tentativa del 30 de octubre.

Actualmente, el volcán “mantiene dos flujos de lava, pero hace tres semanas mostraba cuatro. Además, la actividad explosiva que se observa en la noche ha llegado a los 200 metros sobre el cráter y algunas comunidades reportaron la presencia de finas partículas (de ceniza)”.

Eso es “fundamental para el turista”, esgrime el director del parque. “Apreciar la lava (...) ver el corrimiento de la lava, aunque también tenemos turistas que vienen por recreación, otros por alguna investigación o por su estudio, visitas escolares y hasta hemos tenido seminaristas y eventos religiosos”, todo en pausa por una pandemia que llegó a Guatemala en marzo de este año.

Las autoridades sanitarias, sin embargo, han adelantado que en las próximas semanas, ya sea en noviembre o diciembre, Guatemala vivirá una segunda ola de contagios de manera inminente y la incertidumbre volverá a abordar al llamativo volcán de los ríos de lava.

Guatemala recibió 2.6 millones de turistas en 2019 pero la cifra será significativamente menor después de que el país cerrara sus fronteras por el Covid del 15 de marzo al 18 de septiembre.



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SAN VICENTE PACAYA. La población que vive en aldeas y municipios aledaños al volcán Pacaya, uno de los tres más activos de Guatemala, se ha visto fuertemente afectada por la ausencia de turistas locales y extranjeros en el parque nacional para ingresar al coloso, sin actividad debido a la pandemia de coronavirus.

Cerrado desde el pasado 16 de marzo, apenas tres días después de que Guatemala confirmara el primer caso positivo de Covid-19, el volcán Pacaya, explosivo (estromboliano) en su origen y con ríos de lava constantes, anhela un pronto retorno del turismo, al menos nacional.

Pero, como le dijo este martes a la agencia EFE el director del sitio, Édgar Rodríguez, aún falta concluir un protocolo de seguridad para volver a abrir las puertas al público el próximo 30 de octubre.

La población local espera con ansias dicha reapertura del Parque Nacional volcán de Pacaya y laguna de Calderas, ubicados a 51 kilómetros al sur de la Ciudad de Guatemala, después de que el confinamiento culminara oficialmente en el país el pasado 1 de octubre.

UN VOLCÁN DESOLADO

“Dependemos del turismo y tenemos que velar por los turistas, así como por toda la seguridad de empleados, guías, caballistas, vendedores de comida ambulantes, pues sin ellos no funcionaríamos como parque nacional”, dice Rodríguez consultado por EFE en San Vicente Pacaya, municipio del departamento de Escuintla, al sur del país.

El director aseguró que estos más de siete meses han trabajado, en conjunto con la Municipalidad de San Vicente Pacaya, “con algunos insumos de consumo diario”, pero, sobre todo, para contar pronto con “el protocolo para la reapertura, además de haber dado mantenimiento al área”, cuya extensión supera las dos mil 220 hectáreas.

Unas 350 o 450 familias “dependen directamente del parque. En su mayoría, provienen de la comunidad de San Francisco y Concepción el Cedro, en el departamento de Escuintla, que en un 80 por ciento dependen del parque”, añadió el funcionario.

Además, “está (el poblado) San José Calderas y el municipio de San Vicente Pacaya, que son de la cabecera municipal, y gente de (los poblados) El Patrocinio y El Rodeo que dependen directamente del parque”, aseveró.

EL ESPECTÁCULO DE LAVA

El portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) del país centroamericano, David de León, le explicó que el volcán de Pacaya deja ver “flujos de lava” atractivos para los interesados en el tema.

De León enfatizó que, “comparado con los demás volcanes activos en Guatemala (el volcán Santiaguito y el volcán de Fuego), que muestran flujos piroclásticos de entre 200 a 700 kilómetros por hora, la lava en el Pacaya avanza a cinco o 10 kilómetros por hora y por eso es que se logran observar los ríos de lava”.

El volcán, sin embargo, tiene un “periodo de recurrencia que tiene una fase de actividad eruptiva de 10 a 12 años”, apuntó De León. La última erupción registrada fue el 27 de mayo de 2010, por lo cual, la Conred estima que el coloso está “ya en el límite en el que podría presentar una fase eruptiva”.

La entidad de protección civil ha acelerado el seguimiento y la actualización de planes con las comunidades aledañas, esas que viven del turismo en su esencia y que aguardan impacientes la fecha tentativa del 30 de octubre.

Actualmente, el volcán “mantiene dos flujos de lava, pero hace tres semanas mostraba cuatro. Además, la actividad explosiva que se observa en la noche ha llegado a los 200 metros sobre el cráter y algunas comunidades reportaron la presencia de finas partículas (de ceniza)”.

Eso es “fundamental para el turista”, esgrime el director del parque. “Apreciar la lava (...) ver el corrimiento de la lava, aunque también tenemos turistas que vienen por recreación, otros por alguna investigación o por su estudio, visitas escolares y hasta hemos tenido seminaristas y eventos religiosos”, todo en pausa por una pandemia que llegó a Guatemala en marzo de este año.

Las autoridades sanitarias, sin embargo, han adelantado que en las próximas semanas, ya sea en noviembre o diciembre, Guatemala vivirá una segunda ola de contagios de manera inminente y la incertidumbre volverá a abordar al llamativo volcán de los ríos de lava.

Guatemala recibió 2.6 millones de turistas en 2019 pero la cifra será significativamente menor después de que el país cerrara sus fronteras por el Covid del 15 de marzo al 18 de septiembre.



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