*La Unión Americana se enfrenta a la disyuntiva de empoderar auna mujer o llevar a la Casa Blanca a un representante delmachismo depredador
Faltan 21 días para que en Estados Unidos probablemente se hagahistoria y se produzca un cambio de paradigma en su presidencia dela República con la llegada de una mujer a la Casa Blanca: HillaryClinton.
Si los estadunidenses continúan su reflexión como hasta ahora,ella se alzará con el triunfo, porque queda claro que un chivo encristalería no le conviene a nadie.
A unas horas del tercer debate entre los aspirantes y poco másde dos semanas para definir en una votación el futuro del poderosopaís (así como de México y del mundo), las mujeres sufragistas ovotantes de hoy toman un papel preponderante para evitar el arriboa la Oficina Oval del manoseador de vaginas Donald Trump.
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No obstante, en ese advenimiento hay atraso, porque en otrasnaciones del mundo las mujeres arribaron a las jefaturas de Estado,elegidas o designadas, desde hace décadas.
Por ejemplo, la asiática Sirimavo Bandaranaike fue la primeramujer en gobernar un país en el siglo XX, Sri Lanka, de 1960 a1965. Después lo haría en dos ocasiones más, 1970 a 1977 y 1994al 2000. Ella fue un ícono. Visitó México durante el mandato deLuís Echeverría Álvarez.
La segunda en el orbe y primera en Europa, fue VigdisFinnbogadóttir, en Islandia de 1980 a 1996.
En América Latina la pionera fue la tristemente célebre,María Estela Martínez de Perón conocida como “Isabelita” quegobernó Argentina entre 1974 y 1976.
El Caribe, en las Antillas Menores, tuvo lo propio en su primeraministra, Mary Eugenia Charles, en Dominica, de 1980 a 1995.
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Canadá logró su primera ministra, Abril Fedra Douglas“Kim” Campbell, en 1993, quien gobernó, aunque fuera por tansólo cinco meses.
En África Sylvie Kinigi gobernó Burundi únicamente cuatromeses de 1993 a 1994, y ya en el siglo XXI el avance también seobserva en el 2005 en dicho continente, cuando arribó en Liberia,Ellen Johnson Sirleaf.
Y en Oceanía, fue en Australia, cuando Julia Gillard, logró elpoder como primera ministra entre 2010 y 2013.
Hoy existen grandes posibilidades de que una mujer gobierneEstados Unidos de Norteamérica. Curiosamente la contraparteelectoral de ésta incansable fémina es un auténticorepresentante del machismo depredador.
Con el arribo de Hillary, se presenta la enorme posibilidad deque disminuya la tendencia de ver a las mujeres desde el cuellohacia abajo y cese el pronunciamiento de la despectiva frase: parauna mujer la forma más rápida y sencilla de llegar al poder es lahorizontal.
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Aunque pudiera persistir la peyorativa expresión, en adelantela mirada a una mujer será, además, hacia la parte más elevadadel cuerpo: la cabeza.
Es el tiempo de las mujeres. Es el momento en que ellas estánperdiendo el temor. Y no obstante las múltiples agresiones, abusosy asesinatos que padecen en el mundo, ya no se arredran, reclaman yexigen sus derechos.
Y sólo por recordar, Olympe de Gouges alzó la voz parareclamar para las mujeres los mismos derechos obtenidos por loshombres durante la Revolución Francesa. Dicen que no logró mucho:fue llevada a la guillotina y ejecutada porque, según los hombresde su época, su postura era subversiva.
En el caso de Estados Unidos, en 1776 Abigail Adams fue una delas primeras defensoras de los derechos de la mujer. En una carta asu esposo John Adams, que más tarde se convertiría en el segundopresidente de Estados Unidos, instó a los legisladores delCongreso Continental a “acordarse de las damas… A no colocarsemejante cantidad ilimitada de poder en manos de losesposos”.
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No le hicieron mucho caso. Pero las mujeres no cesaron deinsistir y en 1848 nació el movimiento de los derechos de la mujeren Estados Unidos en una convención celebrada en Seneca Falls,Nueva York. Las delegadas emitieron una declaración de intencionesen la que proponían la igualdad respecto de los hombres,incluyendo el derecho al voto.
Hasta 21 años después, en 1869, Wyoming, que entonces era unterritorio estadunidense (y no un Estado, de acuerdo a HP Digital),fue la primera jurisdicción que reconoció el derecho de la mujeral voto. Muchos legisladores de Wyoming, todos hombres, esperabanatraer con ello más mujeres casaderas a la región. Quién sabe siles resultó la maña, pero ellas la aprovecharon.
Hasta 1920, la decimonovena enmienda de la Constitución deEstados Unidos, que reconoce el derecho de la mujer a votar, seconvirtió en ley al ser ratificada por dos tercios de los Estados.Y se fundó la Liga de Mujeres Votantes.
Hoy, ¿Llegará Hillary a la Presidencia de Estados Unidos paraser la pionera en la materia?
