Rusia anunció que ha desarrollado una tecnología que permite vigilar las redes sociales y detectar comportamientos “destructivos” entre los jóvenes, una iniciativa para evitar incidentes violentos pero que, según sus críticos, puede ser utilizado para silenciar a los disidentes.
Esta tecnología se ha presentado pocas semanas después de un tiroteo en una universidad de Perm, en los Urales, donde murieron seis personas.
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No obstante, los defensores de los derechos humanos critican la medida porque puede ser utilizada para acallar las voces críticas con el poder.
Según la agencia gubernamental a cargo de los asuntos de la juventud, Rosmolodioj, una ONG -creada en 2018 bajo el impulso del presidente Vladimir Putin- ha desarrollado un programa que permite “detectar rápidamente la difusión de subculturas destructivas entre los jóvenes”.
“El sistema será utilizado para vigilar la parte libremente consultable del segmento ruso de redes sociales populares”, dijo Rosmolodioj en un comunicado.
Otro sistema, llamado “Angel. Destruktiv” y desarrollado por la misma oenegé, permite vigilar las telecomunicaciones e internet en general, según la misma fuente.
Este segundo programa puede alertar a las autoridades sobre información que conllevan a “niños y jóvenes a tomar decisiones que ponen en peligro su vida”, así como “señales de estados desviados”, especialmente destructivos.
Según Rosmolodioj, esta organización ya suministra información a las fuerzas de seguridad sobre “las intenciones de cometer actos ilegales o asociales”.
Los diarios rusos RBK y Vedomosti ya indicaron en septiembre que el gobierno había destinado más de 1.500 millones de rublos (unos 20 millones de dólares) para el desarrollo de este sistema.
Para los defensores de los derechos humanos, esta tecnología puede sistematizar “la represión de las actividades en línea”. Por ello, denuncian “una amenaza muy grave para la libertad de expresión”.
“Es poco probable que se alcance el objetivo último, pero este sistema puede conllevar problemas para numerosos usuarios y activistas”, dijo a la AFP Sarkis Darbinian, abogado en la oenegé de defensa de los derechos digitales Roskomsvoboda.
Y se van contra FACEBOOK
Esta misma semana, Rusia amenazó Facebook con multas que pueden superar centenares de millones de euros por no haber suprimido contenidos considerados “ilegales”, un nuevo episodio de la tensión entre el gobierno ruso y los gigantes de internet.
En un comunicado, el gendarme ruso de telecomunicaciones ruso Roskomnadzor afirmó que esta suma podría alcanzar “entre 5 y 10 por ciento de la cifra de negocios” anual de la empresa estadounidense en Rusia.
Esto podría corresponder a varios centenares de millones de euros, según el diario económico ruso Vedomosti.
Roskomnadzor indica que demandó a Facebook por haber rechazado en varias oportunidades suprimir informaciones “peligrosas” publicadas en su red y en Instagram, también propiedad del grupo estadounidense.
Precisó que un tribunal ruso tendrá que determinar el monto de la multa potencial.
Facebook ya había sido condenado a multas por múltiples violaciones, según medios rusos, pero estas sumas menores comparadas con las potenciales multas que amenazan a la red social, según Roskomnadzor.
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