/ domingo 22 de marzo de 2020

Submarinos, el secreto del narcotráfico

acuáticas permiten transportar droga en grandes cantidades y son más difíciles de rastrear

TUMACO. La gente hablaba de los llamados "Big Foot" sin haberlos visto. Concebidos en secreto en manglares colombianos, los narcosubmarinos salen cargados con toneladas de droga desde el Pacífico hacia América Central, Estados Unidos, o incluso cruzan el Atlántico hasta llegar a Europa.

Azules, grises, verdes pastel, estas embarcaciones rústicas evocan los grabados de la novela "Veinte mil leguas de viaje submarino", del francés Julio Verne.

Tras ser incautados, yacen sobre la marea baja, entre las raíces del manglar o en las playas de arena negra de la base naval Poseidón, la brigada antinarcóticos de la Armada de Colombia en Tumaco.

A pesar de su nombre popular y a diferencia del Nautilus ideado por Verne, estos semisumergibles no son aptos para las profundidades del océano, porque son más ligeros y construidos en fibra de vidrio.

Viajan "a ras de la superficie del agua, donde la superestructura que realmente sobresale en el mar es muy pequeña", lo que sumado a su color desvaído y baja radiación térmica hacen que sean difíciles de detectar por patrullas o radares, explicael contralmirante Hernando Mattos Dager, comandante de Poseidón.

Tumaco es un municipio portuario y estratégico para el narcotráfico que financia a los grupos armados: desde el cultivo de hoja de coca, pasando por la producción del clorhidrato de cocaína y la construcción de semisumergibles, hasta la exportación.

Limítrofe con Ecuador, el departamento de Nariño es el mayor cultivador de plantaciones ilegales en Colombia, con 41.903 hectáreas de las 169 mil sembradas en 2018, según la ONU. El país es el principal productor mundial de cocaína y Estados Unidos, el mayor consumidor de esta droga.

El año pasado se incautaron 433 toneladas de droga, el 54% por la Armada, de una producción estimada en 1.120 toneladas.

Para eludir los controles, a las lanchas, semisumergibles y "parásitos" -torpedo fijado bajo los grandes navíos- se añadió una nueva modalidad que es la carga boyada, equipada con un GPS, para poder soltarla y que otra embarcación la recupere.

TUMACO. La gente hablaba de los llamados "Big Foot" sin haberlos visto. Concebidos en secreto en manglares colombianos, los narcosubmarinos salen cargados con toneladas de droga desde el Pacífico hacia América Central, Estados Unidos, o incluso cruzan el Atlántico hasta llegar a Europa.

Azules, grises, verdes pastel, estas embarcaciones rústicas evocan los grabados de la novela "Veinte mil leguas de viaje submarino", del francés Julio Verne.

Tras ser incautados, yacen sobre la marea baja, entre las raíces del manglar o en las playas de arena negra de la base naval Poseidón, la brigada antinarcóticos de la Armada de Colombia en Tumaco.

A pesar de su nombre popular y a diferencia del Nautilus ideado por Verne, estos semisumergibles no son aptos para las profundidades del océano, porque son más ligeros y construidos en fibra de vidrio.

Viajan "a ras de la superficie del agua, donde la superestructura que realmente sobresale en el mar es muy pequeña", lo que sumado a su color desvaído y baja radiación térmica hacen que sean difíciles de detectar por patrullas o radares, explicael contralmirante Hernando Mattos Dager, comandante de Poseidón.

Tumaco es un municipio portuario y estratégico para el narcotráfico que financia a los grupos armados: desde el cultivo de hoja de coca, pasando por la producción del clorhidrato de cocaína y la construcción de semisumergibles, hasta la exportación.

Limítrofe con Ecuador, el departamento de Nariño es el mayor cultivador de plantaciones ilegales en Colombia, con 41.903 hectáreas de las 169 mil sembradas en 2018, según la ONU. El país es el principal productor mundial de cocaína y Estados Unidos, el mayor consumidor de esta droga.

El año pasado se incautaron 433 toneladas de droga, el 54% por la Armada, de una producción estimada en 1.120 toneladas.

Para eludir los controles, a las lanchas, semisumergibles y "parásitos" -torpedo fijado bajo los grandes navíos- se añadió una nueva modalidad que es la carga boyada, equipada con un GPS, para poder soltarla y que otra embarcación la recupere.