Anju Khatiwada, copiloto de 44 años, falleció el pasado domingo en el devastador accidente de vuelo en Nepal que dejó al menos 68 muertos, el incidente aéreo más mortífero en el país en las últimas tres décadas.
La muerte de Khatiwada es aún más triste, ya que su esposo, Dipak Pokhrel, también murió en un accidente aéreo, pero 16 años antes, mientras volaba como piloto para la aerolínea Yeti Airlines en 2006.
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Ambos dedicaron sus carreras a la aviación y compartieron su amor por los cielos, pero, infortunadamente, sus vidas se vieron marcadas por la mala suerte.
Toda una vida dedicada a la aviación
Khatiwada había dedicado gran parte de su vida a la aviación, completando su formación como piloto en Estados Unidos en 2010 y uniéndose a la flota Jetstream 41 en 2019 antes de convertirse en copiloto del avión regional ATR-72.
Con más de 6 mil 396 horas de vuelo, era una piloto experimentada y había volado previamente la popular ruta turística entre Katmandú y Pokhara.
Sin embargo, su carrera y su vida fueron trágicamente cortadas en el accidente de vuelo en Nepal, dejando un vacío en sus seres queridos y en la comunidad de la aviación.
"Su esposo, Dipak Pokhrel, murió en 2006 en un accidente de un avión Twin Otter de Yeti Airlines en Jumla", dijo a Reuters el portavoz de la aerolínea, Sudarshan Bartaula, refiriéndose a Khatiwada.
"Obtuvo su entrenamiento de piloto con el dinero que recibió del seguro después de la muerte de su esposo".
La aerolínea Yeti Airlines ha expresado sus condolencias a los familiares y seguirá colaborando con las autoridades para determinar las causas del accidente y prevenir futuros incidentes
Familias culpan a las autoridades por accidente
El compañero del aire de Khatiwada, el piloto Kamal K.C., también perdió la vida en este trágico accidente aéreo. La familia ha sido su tristeza y dolor por la pérdida de su ser querido y ha señalado que esta es una gran pérdida para la nación.
"Nosotros [nuestra familia] perdimos todo", lamentó a EFE el tío de Kamal, Ram Babu K.C, "Murió el piloto, uno de los pilotos más experimentados. Esta es una gran pérdida para la nación".
El tío de Kamal expresó su tristeza y su descontento con las autoridades del país, asegurando que "perdimos todo" y culpando a las autoridades de la muerte de Kamal y los pasajeros.
Entre las víctimas del trágico accidente también se encuentra Oshin Ale Magar, una azafata a bordo del avión que cubría la ruta entre Katmandú y la turística ciudad de Pokhara. Magar, de origen indio, estaba dedicando su vida a brindar un servicio de calidad a los pasajeros y contribuir al desarrollo de la industria de la aviación en Nepal.
Según informó la agencia de noticias india Press Trust India (PTI), su familia estaba en medio de los preparativos de un festival cuando se enteraron de la triste noticia.
Su padre había aconsejado que no fuera a trabajar ese día para pasarlo juntos, pero Magar había insistido en que podían celebrar el festival una vez concluyera su jornada laboral, lo cual al final no sucedió.
Nepal, un país con falta de controles aéreos
El triste accidente del pasado domingo es el segundo que Nepal registra en menos de un año, después de que el 29 de mayo un avión de la compañía Tara Air se estrellara en la localidad de Jomsom y murieran los 22 pasajeros a bordo.
Esta cifra de siniestros en Nepal ha llevado al país a ser objeto de sanciones internacionales por la falta de controles y la Unión Europea prohibió en 2013 el acceso de aerolíneas nepalíes en su territorio.
Desde noviembre de 1960, cuando se registró el primer accidente aéreo en el país, más de 900 personas han muerto en accidentes de este tipo, según las estadísticas del organismo de aviación civil de Nepal.
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"Esto debe tomarse en serio para que ninguna otra persona vuelva a perder la vida", sentenció Kamal.
Con información de EFE y Reuters
