CARACAS. El 13 de marzo Melquiades Ávila, un líder indígena y periodista en el remoto estado venezolano de Delta Amacuro, se preguntó en su popular cuenta de Facebook: "El hospital Razetti en Tucupita estará en capacidad técnica operativa para casos de coronavirus"?.
A principios de esa semana, cuando Venezuela confirmó sus primeras infecciones por el nuevo coronavirus, el Ministerio de Salud del presidente Nicolás Maduro incluyó en su sitio web al Hospital Luis Razetti, en Delta Amacuro, como uno de los 46 centros médicos "rectores" para recibir pacientes con Covid-19.
Ávila enumeró varias razones, todas confirmadas por Reuters en entrevistas con médicos en el hospital, por las cuales la afirmación del mandatario era falsa: la instalación no tiene monitores de presión arterial, jeringas o reactivos para diagnosticar el contagio por coronavirus.
Un día después, Lizeta Hernández, gobernadora de Delta Amacuro y miembro del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) pidió en una radio local el arresto de Ávila, acusándolo de "incitar al odio" y denunciándolo como "criminal".
Ordenó a los militares de la zona que lo detuvieran "para que me le de una clase magistral de lo que significa la conciencia".
En un mensaje de voz la gobernadora dijo esta semana que solo quería "orientar" a Ávila y asegurarse de que él fuera "serio y responsable" como periodista.
Se negó a responder preguntas sobre el hospital, su preparación o los conflictos anteriores con Ávila, quien durante años ha criticado la atención médica en ese estado.
Raquel Ruíz, la directora del hospital, negó que la instalación no esté preparada.
Las autoridades estatales, agregó, están alistando un edificio cercano para tratar a pacientes con coronavirus.
Además de Ávila, la policía arrestó a un legislador de la oposición que tuiteó -correctamente, según los trabajadores de salud del centro médico- que otro hospital en la lista oficial no tiene agua corriente.
La policía también arrestó a un técnico médico retirado que en un video dijo que un hospital en el estado Monagas, al este del país, no estaba preparado.
Ahora, opositores sostienen que el coronavirus ofrece una nueva oportunidad para que Maduro tome enérgicas medidas.
Hasta ahora, Venezuela ha confirmado más de 100 casos de contagio y dos muertes.