Por Moisés García | El Sol de Salamanca
GUANAJUATO, Gto.- Un verdaderoproblema se esta convirtiendo el ánimo artístico de losjóvenes de la ciudad, mismos que impulsados por las musas dejangarabateados sus apodos o sobrenombres en las históricas y muydesgastadas paredes de los edificios que hay en la zona centro dela ciudad.
Y es que más tardan en limpiar las marcas quedejan, que dicho sea de paso no son fáciles de remover y causandaño a la cantera de las edificaciones, en lo que vuelven aaparecer. Esta vez fue uno de los pilares del pórtico de entradaal Teatro Principal, y una de las paredes laterales de dichoedificio, además, del callejón de la Estrella ya se ha convertidoen un mural en el que no varios han dejado su marca.
Al respecto, vecinos de la zona aseguran que urgecomisionar vigilancia nocturna para tal fin y colocar luces demovimiento o cámaras para inhibir este delito que afecta la imagende la zona centro, ya que el problema no disminuye.
Como se recordará, el pasado 15 de octubre del2015 fue detenido un estudiante de la escuela de Artes de laUniversidad de Guanajuato, quien dice llamarse Claudio Raúl, mismoque fue sorprendido infraganti, grafiteando edificios de propiedadprivada y otros Patrimonio Cultural de la Humanidad.
El caso fue muy sonado y polémico ya que unosdías antes se habían reunido autoridades universitarias,representadas por el rector Luis Felipe Guerrero Agripino ymunicipales representadas por el entonces alcalde, Luis FernandoGutiérrez Márquez, y Samuel Ugalde García, en aquel tiempodirector de Seguridad Pública, para acordar acciones deprevención y protección para los estudiantes de la instituciónen la ciudad de Guanajuato.
Hace unos días, la fuente del Baratillo, piezahistórica de la ciudad y parte del Patrimonio de la Humanidad,sufrió el mismo acto vandálico sin que se haya detenido al o losculpables.
En la capital este acto, en especial sobre losmonumentos históricos, está catalogado como delito desde haceaños, además de que está plenamente identificado como ilegal envarios de los reglamentos municipales, sin embargo, pese a que elproblema lleva años presentándose, décadas incluso, no se haencontrado una buena estrategia para impedirlo.
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