Christian Skoog, representante delFondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en México,subrayó que el país garantiza a los menores migrantes su derechoa la educación, pero se deben sumar esfuerzos para hacerlo aúnmejor.
“Ante la situación actual, en que prevemos másniños en condición migratoria, tenemos que intensificar losesfuerzos para asegurarnos de que haya una silla en todas lasescuelas para ellos”, advirtió.
Por ello, dijo que el organismo que representa,la Secretaría de Educación Pública (SEP) y laCancillería trabajan de la mano con otras instituciones, para quelos menores de edad migrantes, centroamericanos sobre todo, ytambién quienes retornan de Estados Unidos continúen susestudios.
Al hablar en el marco del Seminario Internacionalsobre Buenas Prácticas Educativas ante el Riesgo de Exclusión deNiñas, Niños y Adolescentes, hizo énfasis en que Méxicocomparte sus experiencias con Brasil, Colombia y Argentina, quetienen situaciones similares en cuanto a los retos de integracióny para reducir la discriminación.
“Trabajamos con la SEP para compartir lasexperiencias y esa dependencia está empujando para limitar losobstáculos administrativos”.
Por ejemplo, añadió, no importa si no se cuenta conun registro de nacimiento de los infantes, “eso puede arreglarsedespués, pero los niños tienen derecho a la educación ydeben encontrar una escuela en cualquier sitio y en cualquierlengua”.
También manifestó que el país tieneavances en el tema de erradicar la exclusión educativa,pero estableció que es preciso actuar donde más senecesita, que son los grados de preescolar y de mediasuperior. Y es que los niños empiezan su educación demanera tardía y salen temprano.
De hecho, expuso, existen cuatro millones demenores que no asisten a la escuela –y 600 mil que están enriesgo de salir-, y la cifra alcanza los 22.1millones en América Latina.
En la primaria, abundó, tenemos muy buena cobertura,pero es preciso trabajar en la calidad, porque hay menores de edadque van a la escuela pero no aprenden.
Para mejorar, existen buenas iniciativas tanto dentrocomo fuera del país, y “tenemos que sumar esfuerzos y ver lo quefunciona y en qué condiciones en cada país”.
Christian Skoog precisó que la exclusióntiene que ver con temas de pobreza y discapacidad,o con ser indígena. “Para tener una educaciónpertinente, siempre cuesta. Yo he vivido en Guatemala antes”.
“Los problemas son más grandes que acá. Esdifícil encontrar la fórmula para asegurar que existe unaeducación culturalmente adecuada cuando se enfrenta el problemadel idioma, y aquí no hablamos de otra lengua más, sino devarias”.
El representante de UNICEF se refirió a laimportancia de dar continuidad en los temas de exclusión educativaque afecta a la mayoría de los países del mundo, porque esto haayudado a reducir el número de menores de edad que no puedenejercer su derecho pleno a la educación.
Explicó que la exclusión significa que hayniños que no asisten a la escuela, que están fuera de ellafísicamente, aunque también hay quienes asisten pero no recibenuna educación de calidad o pertinente que les permita desarrollarsu potencial.
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