- Trabajadores y estudiantes viven a diario en dos países
- Actividades económicas y escolares obligan a madrugar paraevitar contratiempos
Joel Olea, Tribuna de San Luis
Para Ana Luisa y Regina, levantarse a las cuatro de la mañanatodos los días para ir a la escuela es un verdadero reto, puestienen que ganarle al tiempo y a las miles de personas que seconcentran en el área peatonal del Puente de Entrada de San Luis yasí poder cruzar a Estados Unidos.
Con el frío extremo característico de esta ciudad fronteriza,las hermanas siempre acuden en tiempo y forma; no obstante, latarea se complica cuando otras personas que llegan en ese momentoarbitrariamente se meten a las largas filas, sin importar que otroslleven formados un buen rato. En la desesperación se generanverdaderas avalanchas humanas, en las cuales los estudiantes decorta edad, incluidas Ana Luisa y Regina, corren el peligro de seraplastados por la estampida. La madrugada cuenta la historia, eldía desahoga el tumulto y con el sol pareciera desaparecer elalboroto. La fila de autos es un caso aparte.
Lunes, un día muy difícil
Alrededor de las 6:30 horas, una larga fila peatonal alcanza allegar en ocasiones hasta la altura de las calles Segunda yTercera, casi 200 metros; prácticamente se ve atiborrada por unas2,000 personas, entre trabajadores agrícolas temporales, empleadosy estudiantes, quienes en la prisa por cruzar y llegar a tiempoprovocan estampidas humanas, poniendo en peligro a laspersonas.
La situación ha generado que incluso elementos de la Direcciónde Seguridad Pública Municipal acordonen en ocasiones el área deacceso peatonal del lado mexicano, separando a estudiantes ytrabajadores para evitar catástrofes. Los jornaleros usualmenteentran más temprano a sus lugares de trabajo, por lo que a su pasose descongestiona la zona de acceso.
Sin embargo, cuando los horarios entre agricultores y escolaresse empalman, a pesar de contar con la vigilancia de elementospolicíacos, la seguridad se ha visto rebasada por la muchedumbre:estampida, congestionamiento y caos.