- El señor milagroso ya espera ansioso a sus visitantes
Filiberto Ramos / El Sol de Toluca
CHALMA, Méx. (OEM-Informex).- Cae la mañana en Chalma. Elalboroto de rezos, sermones, aún no dejan eco, pero sí el zumbidode las chicharras (especie de escarabajo) que cantan en lo alto delos copos de los árboles, y que bajan del cerro de las Cruces comochillidos; faltan unos días para Semana Santa, pero el pueblo yase prepara.
En la entrada al Santuario, donde está el antiguo ahuehuete delrío, son pocas las vendedoras de coronas que invitan a losvisitantes, y que pisan por primera vez la tierra del Señor deChalma, pero en unos días, incluso las flores harán falta.
¡A 20 se la damos, mire le queda bien, para que lo bendiganuestro Señor de Chalma! -oferta una de las vendedoras a los pocosperegrinos y visitantes que hasta ayer bajaron las curvasculebreadas de la carretera que llega de Ocuilan o Malinalco.
El padre Pablo Torres explicó que se espera la bajada hasta elSantuario de al menos un millón de personas, que llegarán entreel Domingo de Ramos, el Jueves y Viernes Santo, así como elSábado de Gloria y el Domingo de Resurrección.
“Todos vienen con propósitos diferentes, a pedir y otros aagradecerle por las bendiciones y milagros dados, para ponerse elagua bendita o cumplir su manda”, explicó el sacerdote, quien esparte del grupo que celebrará las misas la siguiente semana.
En las calles empedradas que bajan a la orilla del río dondeestá el santuario agustino, se miran a los oriundos alistar lasfachadas de sus negocios y casas para recibir a los visitantes,apurados corren de un lado a otro, mientras que en su mayoría delos artesanos y comerciantes, aún tienen sus puestos envueltosentre lonas y lazos, pues faltan días para la venta grande.
Incluso desde lejos se alcanza a ver a tres ágiles albañilesque cuelgan desde lo alto de la cúpula del Santuario, al que leafinan detalles de pintas y repellados.