Hasta antes del paso del huracán Otis, Acapulco ya enfrentaba una crisis turística que se agravó por la inseguridad y ahuyentó las corrientes turísticas internacionales que no han regresado a más de 12 años.
Con ello, el puerto, no solo perdió su estatus de ser la perla del Pacifico mexicano, que se ganó durante las décadas de los 60 y 70, por lo que se convirtió en destino de fin de semana y por la violencia ahora es una de las ciudades de mayor peligro en el país.
Alguna vez fue el destino favorito de las estrellas de Hollywood, de las luminarias de la época dorada del cine nacional y punto obligado de visita de la elite internacional, así como de miembros de la realeza, entró en decadencia en los 90 y empezó el desplome de los niveles de la ocupación hotelera.
El turistólogo José Cedano Galera, al hacer un análisis explicó que el caso de Acapulco es muy lamentable porque es un destino turístico de gran importancia, con mucha historia y cerca de casi 100 años de tradición hospitalaria con grandes bellezas, playas y bahías que las arropa un clima inmejorable.
Además, dijo que su privilegiada posición geográfica no solo permitió que fuera el puerto la conexión entre México y las Filipinas durante la época virreinal, con el paso de los años alcanzó la adolescencia como destino turístico.
Cedano Galera afirma que sus atractivos naturales fueron un imán para los extranjeros y turistas nacionales, se convirtió en pionero en este ramo y alcanzó el reconocimiento internacional de ser la ventana de México al mundo, con sus grandes hoteles y una moderna infraestructura que lo encumbró como el destino turístico más importante del país.
Todo ese glamour quedó en el pasado. La industria hotelera quedó devastada con el paso del huracán Otis del pasado 24 y 25 de octubre de 2023 y a cuatro meses del meteoro, aún no termina de reconstruirse la llamada industria sin chimeneas.
Sus centros nocturnos, discotecas y restaurantes, marcaron un antes y un después, en virtud que floreció su vida nocturna que permitió darle un sello único como balneario turístico, que fue otro de los atractivos que atrajo las corrientes de jóvenes spring breakers, dijo Cedano Galera.
Acapulco es un destino turístico de gran importancia, con mucha historia y cerca de casi 100 años de tradición hospitalaria con grandes bellezasJosé Cedano Galera, turistólogo
Desde la perspectiva del especialista, las decisiones de las deficientes administraciones de los tres órdenes de gobierno, dio pie a que empezara a decaer su gran atractivo turístico, se toleró el ambulantaje, se dejó de invertir en nuevos desarrollos turísticos, se invisibilizó la depauperación de la costera y se permitió el crecimiento de la segunda residencia.
A esto habría que agregarle los malos servicios públicos que provocó el surgimiento de los puntos negros, escurrimientos de aguas negras a las playas, el crecimiento desmedido de la ciudad y los cinturones de miseria que florecieron atraídos por las corrientes de turismo nacional e internacional, que rebasó la capacidad de las autoridades, explicó el analista.
El exsubsecretario de Turismo de Guerrero Cedano Galera refirió que la inseguridad fue un factor que Acapulco empezará a perder competitividad y dinámica económica, no obstante, a lo anterior, nada se hizo para cuidar este destino de gran atractivo turístico internacional, que dio paso a hoteles vacíos y quiebra de negocios.
“Al recrudecerse la espiral de violencia que floreció por la disputa de grupos antagónicos del narcotráfico, dio paso a los cobros de piso y la extorsión, que fueron deteriorando paulatinamente el producto turístico perdiendo mercado a nivel internacional, que fue la causa principal que se perdiera el turismo extranjero”, aseveró el exfuncionario.
Actualmente los hechos de violencia son cotidianos pese a las patrullajes militares y refuerzos policiales con elementos de la Guardia Nacional que se ven en el centro turístico, incluso, se paralizó el servicio del transporte y como puntilla, el paso del huracán Oris devastó la infraestructura hotelera.
La ciudad fue golpeada por fenómenos naturales como el huracán Paulina, la tormenta ingrid y Manuel, los sismos cuyo epicentro ha sido Acapulco, pero el meteoro más letal ha sido el huracán Otis
José Luis Basilio Talavera, presidente de CIPETURG
El presidente del Colegio Internacional Profesional Especializado en Turismo y Gastronomía (CIPETURG) Capítulo Estado de Guerrero, José Luis Basilio Talavera, coincide que el puerto de Acapulco perdió competitividad a partir de 2010, cuando se agudizó el tema de la inseguridad.
Esto vino aparejado, señaló, con la reducción de vuelos nacionales e internacionales, además de que dejaron de venir los cruceros y se apagó la vida nocturna, aunque hizo la precisión de que no fue sólo Acapulco, sino el resto de los destinos turísticos del país, en donde también se padece este cáncer social.
Otro factor que no se ha considerado, dijo, es que los destinos turísticos mejor planeados les quitaron las corrientes a los balnearios tradicionales, como este puerto, no contó con inversión del gobierno federal y se dejaron de promocionar sus atractivos naturales, restándole importancia que aquí detonó el turismo en México.
Agregó que a todo esto se le suma que en las últimas décadas, la ciudad fue golpeada por fenómenos naturales como el huracán Paulina, la tormenta ingrid y Manuel, los sismos cuyo epicentro ha sido Acapulco, pero el meteoro más letal ha sido el huracán Otis, categoría 5 en la escala de Saffir- Simpson.
Todos estos factores han tenido mucho que ver que no se pueda recuperar, al grado que actualmente, el puerto es un destino de fin de semana y sigue perdiendo mercado al grado de que se mantiene por el turismo nacional, principalmente el que proviene los fines de semana de la Ciudad de México.