Primer obstáculo en la travesía de los 34 jóvenes parralenses con rumbo a la Ciudad de México para apoyar a víctimas del terremoto; línea de autobús en la que viajaban, por errores administrativos, por poco separó al grupo. Cinco terminaron en Monterrey, a siete los iban a bajar en Zacatecas, dos viajan en el pasillo del autobús. Sin embargo, continúan con la esperanza de llegar a su destino, para socorrer a la patria herida.
Horas más tarde de que un total de 34 jóvenes partieran con destino a la Ciudad de México, apoyados por el alcalde Alfredo Lozoya para brindar atenciones médicas a víctimas del temblor que asoló el centro y sur de la República, se presentaron las primeras dificultades de la comitiva, debido a que la empresa en que viajaban por poco separa al grupo.
Julia Cristina Gallegos Salcido, enfermera del Hospital de Jesús y organizadora del grupo de voluntarios, manifestó que la situación que presentó la comitiva de jóvenes estudiantes, médicos y enfermeros, durante esta madrugada, en su travesía hacia el lugar de desastre, la Capital del País, se había tornado difícil.
Platicó que desde un principio no todos cabían en uno de los camiones de la línea Ómnibus de México, por lo que cuatro de los voluntarios accedieron por abordar otra de las unidades que seguiría la misma ruta que el primero; “Lo entendimos, pero teníamos la certeza de que habríamos de llegar juntos”.
En el autobús donde viajaría la mayoría de los jóvenes, alrededor de 30, la empresa ofreció donar 7 espacios a manera de cortesía, por lo que organizadores y el patrocinador del viaje, el Alcalde, aceptaron.
Pero al llegar a Torreón se originó el primero de los obstáculos, por causas desconocidas a los cuatro estudiantes que viajaban en el segundo camión los bajaron en la ciudad coahuilense para transbordarlos a Monterrey, puesto que había habido problemas con los pasajes. Llegando a la capital neoleonesa la empresa ya no quiso responder.
La entrevistada afirmó que otra de las líneas de autobús, Futura, regaló los boletos a los jóvenes que se encontraban en aprietos, para que llegarán a su destino y apoyaran a los capitalinos, en tan crudos momentos que vivían.
Para los otros 29, al llegar a Zacatecas también hubo problemas; “Nos dijeron que teníamos que bajar a siete personas porque los asientos que estaba ocupados ya estaban vendidos. Que los van a reubicar en otro camión que salía después…”, mencionó Gallegos Salcido.
En este sentido, la líder del voluntariado parralense aseguró haberse negado a la posición que adoptó la empresa, señalando que el grupo no podía separarse, que se iban sentados en el piso, que para eso iban preparados.
Cabe citar, estos siete lugares fueron los que la empresa ofreció como “cortesías”, mismos que no fueron registrados, según comentó la enfermera organizadora del auxilio parralense, ya que posiblemente los dieron de baja en el sistema.
Ellos mismos, los estudiantes, tomaron videos y fotos para evidenciar el proceder de la empresa. Afortunadamente, cinco de las personas de las que iban a subir en Zacatecas, aceptaron una de las ofertas que les hizo el supervisor para que abordaran otro de los camiones, en hora distinta y con reembolso.
En estas circunstancias, Julia Cristina, aseguró que la comitiva se dirige hacia la golpeada capital ya sin contratiempos, unos desde Zacatecas y otros desde Monterrey, así como dos miembros sentados en el pasillo del autobús. “No es relevante el no venir sentados en los asientos, sino el querer deshacer el grupo. Perdimos casi una hora discutiendo”, concluyó la organizadora.
