OAXACA. Ayer fue cerrado de manera definitiva el Centro de Readaptación Social (Cereso) del municipio de Matías Romero, Oaxaca, con lo que suman dos cárceles cerradas en el estado, y tres en todo el país luego de que el lunes dejara de funcionar el penal de Topo Chico en Monterrey, Nuevo León.
La madrugada de ayer, al menos 85 personas proivadas de su libertad fueron trasladados de manera repentina al penal de Tanivet en el municipio de Tlacolula de Matamoros. Sin embargo, familiares de los reclusos realizaron un bloqueo carretero para evitar el traslado, el cual dicen, se hizo sin que se les notificara.
Ayer durante el día, mediante un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO) anunció a familiares de los reclusos que el centro penitenciario de Matías Romero fue cerrado definitivamente y puso a su disposición los teléfonos del centro de reinserción social de Tanivet para que pudieran comunicarse con sus familiares presos.
La SSPO informó que este traslado se derivó de dictámenes de Protección Civil que concluyen que ese espacio no cuenta con medidas de seguridad y salubridad para seguir operando como centro penitenciario luego de los sismos de septiembre de 2017.
Cabe señalar que 7 de septiembre pasado, 183 reos del penal de Juchitán fueron desalojados de ese centro de reclusión que sufrió daños estructurales con el sismo del 2017 y enviados también al centro de internamiento en Tanivet.
Mientras en Nuevo León, fuerzas de seguridad continúan con los recorridos en las instalaciones de lo que fue el penal del Topo Chico para investigar si existen fosas clandestinas en el lugar.