El 09 de octubre de 2012, Ruth Cuellar de Landaverde perdió comunicación con su hijo Rafael Ernesto Valencia Cuellar, quien se encontraba en Piedras Negras, Coahuila. Desde entonces, la angustia e incertidumbre no han dejado a la madre de familia.
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Sin embargo, ocho años después, una luz de esperanza mantiene con energía y fortaleza a la mujer, quien desde El Salvador se unió a la Brigada Internacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas con la intención de localizar a su sangre en Tijuana, Baja California.
“Desde el pasado 16 de junio del 2020, en plena pandemia allá en El Salvador y estábamos encerrados y empezó a circular esta nota en las páginas de Facebook en Tijuana y cuando yo lo miré dije ‘este es mi hijo’”, aseguró Ruth.
La madre de familia detalló que en la publicación en redes sociales se encontraba la fotografía de un joven en estado de indigencia en el municipio fronterizo, quien se encontraba mal de salud y pedía que su madre fuera por él; por lo que al comparar las fotos con Rafael Ernesto, considera que podría tratarse de la misma persona.
“Yo comparé la foto del muchacho con mi hijo y el joven es muy parecido a mi hijo; pido a las autoridades y a los medios de comunicación que por favor me ayuden a poder encontrar a este muchacho, necesito poder encontrar a este joven para saber o no si es mi hijo”, explicó.
Ruth hace este largo trayecto con la esperanza de poder encontrar al joven de la fotografía en Tijuana Baja, California y ponerle fin a la zozobra que la invade.
A nueve días de poder llegar a su destino, Ruth Cuellar se ha mantenido firme, trabajando con las mujeres en albergues y calles con la esperanza de obtener más información sobre el paradero de su hijo, así como de los familiares de las demás compañeras.
Publicado originalmente en El Sol de Hermosillo