TUXTLA GUTIÉRREZ. El matrimonio de investigadores Renato Zárate Castañeda, de 74 años, y Lauren Green Faunt, de 71, salieron al amparo de la luz de la luna en busca de insectos sin saber que no regresarían a casa.
Sus cuerpos fueron encontrados entre los matorrales de la comunidad indígena Ibestik, en el alteño municipio de Zinacantán, Chiapas, por un grupo de campesinos que avisaron al juez de paz, José Ruiz.
Originarios, él de Oaxaca y ella de California, Estados Unidos, fueron asesinados supuestamente durante el robo de su auto y pertenencias.
Zárate y Green también eran conocidos por su activismo social y su repudio a las corridas de toros.
El ambientalista Alejandro Ruiz Guzmán, dijo que “con el médico Renato y Lauren, entomóloga, como miembros del Consejo Ciudadano de San Cristóbal coincidimos en la lucha para detener en lo posible la destrucción de los humedales de montaña de la ciudad, los edificios coloniales, las reservas ecológicas y la sobreexplotación de las minas de materiales pétreos, entre muchas causas".
El asesinato desencadenó la indignación en diversos sectores sociales y académicos del país y específicamente de Chiapas por el incremento de la inseguridad en San Cristóbal de las Casas, en dónde exigen la renuncia de la alcaldesa Jerónima Toledo.
El exrector de la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICh) y reputado investigador Andrés Fábregas Puig se pronunció a través de sus redes sociales por el asesinato que empaña la sociedad. “Personas muy apreciadas que no hacían daño a nadie. ¿Cuándo terminará está pesadilla? Mi solidaridad con su familiares y amigos", escribió el sábado en su cuenta oficial de Twitter.
Ayer ser cumplieron dos días de marchas en San Cristóbal para exigir mayor eficacia en la lucha contra la delincuencia.
También en Tuxtla Gutiérrez hubo manifestaciones para exigir a las autoridades municipales y estatales un alto a la inseguridad que se ha presentado en últimas fechas.