La secretaria de Salud del estado de Quintana Roo, Alejandra Aguirre Crespo, informó que en los últimos 15 días se han reportado 157 casos de Covid-19 en menores de 19 años, por lo que habrá medidas adicionales para cuidar la salud de la gente.
Luego de que el gobernador, Carlos Joaquín, rechazara el regreso a clases presenciales en agosto, como anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, Aguirre Crespo comentó que Quintana Roo vive una epidemia diferente y pasarán muchos meses más con cubrebocas y aplicando medidas adicionales.
Lejos de bajar a semáforo verde, Quintana Roo se mantiene en semáforo naranja desde hace varios meses y resiste regresar al rojo a pesar de la oleada de contagios tanto de quintanarroenses como de turistas.
La percepción ciudadana es que los contagios son mucho más que las cifras oficiales y que si no se ha regresado a semáforo rojo, ha sido para no frenar la reactivación económica y generar nuevamente desempleo por cierre de negocios.
Como medida de contención a la oleada de contagio que vive Quintana Roo, se han cerrado algunas calles de las principales ciudades como Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, para frenar la movilidad, se han recortado los horarios de bares y centros nocturnos, restringido la venta de bebidas alcohólicas y se ha detenido a un número considerables de personas que transitan en las calles sin cubrebocas.
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Esta medida de detener a quienes andan en la calle sin cubrebocas ha causado polémica, ya que se detiene a la gente local, pero no a los turistas que se pasean sin protección bajo el argumento que ya están vacunados.
Empleados del sector turístico, acusan que existe un “semáforo sandía”, rojo para los empleados y verde para los turistas, lo cual provoca la cadena de contagios en los centros de hospedaje, aeropuerto, restaurantes, antros y zona hotelera.
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