/ viernes 1 de septiembre de 2017

Sin gafete / ¿Caminarán sin rueditas en su bicicleta?

Los jóvenes del Partido Verde Ecologista parecen haber crecido. Lo suficiente, dice Jesús Sesma, como para “quitarle las rueditas a la bicicleta” y jugar la elección presidencial por su cuenta.

Afirma el líder de los  diputados de su partido, que si antes no lo habían hecho es porque les faltaba la seguridad, estructura y militancia que hoy tienen.

O sea, ya cuentan en las sumas y restas oficiales.

Supongo que contarán más, mucho más en la medida que sus electores no lo serán del PRI, justamente en una elección que estará infinitamente competida y que se ganará, sin duda, por un margen muy pequeño.

Dice Sesma que hoy están preparados para ir solos, cuando antes hicieron alianza por igual con panistas o priistas, lo que los “carga de energía y emoción”.

Y la pregunta es si existen.  Si en realidad el PVEM es una alternativa para millones de jóvenes que van a votar por primera vez, para otros muchos miles de jóvenes que están decepcionados de los partidos políticos.

El diputado Sesma, una de las voces más importantes de su partido, insiste en que tienen una alianza con el proyecto de reformas del Presidente Peña Nieto. A quien, por lo visto, no identifican plenamente con el PRI. Y que seguirán a su lado hasta el final de este sexenio.  De Peña, no del PRI.

Uno tendría que preguntar qué agravios recibieron del partido “aliado” para irse por la libre.

En realidad, se trata de una ecuación de “ganar-ganar”.  El partido Verde tiene una gubernatura, en Chiapas, donde Manuel Velasco ha dado resultados extraordinarios, incluso contra la realidad de ser la entidad más pobre del país, donde la gente tiene menos ingresos que en cualquier otra parte.  Y en elecciones locales muy apuradas, como sucedió en Quintana Roo donde el PRI perdió casi todos sus espacios políticos, ha despertado la confianza ciudadana.

¿Esto quiere decir que puede ganar la Presidencia de la República?  No lo creo, no al menos con el posicionamiento que tiene actualmente.  Pero, definitivo, el porcentaje de votos que tenga puede significar la diferencia inmensa para el partido que no logró su alianza, cualquiera que sea.

La inundación, trágica, en Estados Unidos después del huracán “Harvey”, demuestra que los temas ambientales son de la más alta prioridad.  Padecemos las consecuencias de habernos olvidado de la importancia del clima, de la naturaleza, y ninguno puede negarlo.

Los jóvenes entienden con mayor facilidad esto.  Saben que deben cuidar su entorno y quieren un gobierno que se comprometa con los temas ecológicos.  Y los jóvenes, sobre todo quienes van a votar por primera vez, serán una “clientela política” muy codiciada por todos los protagonistas de la elección presidencial de 2018.

Sesma es de las voces más lúcidas de ese partido.  A ratos diría, incluso, parece mucho mayor de su edad.  Habla con calma, con una sabiduría que se puede asociar más fácilmente a hombres mayores.  Quiero creer que al interior de ese partido hay muchos otros como él, y que serán los que salgan a ofrecerle un proyecto de país distinto a los mexicanos.

Habrá que esperar unos cuantos meses para ver si la bicicleta camina bien sin rueditas, para comprobar que pueden caerse y levantarse y volver a subirse a la bicicleta.  Lo cierto es que separarse del PRI es un reto, y también una oportunidad, aunque suene a lugar común.

Para millones de mexicanos el PRI equivale a corrupción.  Y quitarse esa etiqueta va a costarle mucho a quien quiera que sea su candidato presidencial.  Este es, pues, un buen momento para separarse.

Dice Sesma que ellos son cumplidores y que el electorado lo sabe. Yo diría que ellos cambiaron las leyes para que no existan cuotas obligatorias en las escuelas públicas, y eso fue un verdadero cambio para la economía de millones de familias mexicanas.

En Tuiter: @isabelarvide Blog: EstadoMayor.mx Blog: CambioQRR.com

Los jóvenes del Partido Verde Ecologista parecen haber crecido. Lo suficiente, dice Jesús Sesma, como para “quitarle las rueditas a la bicicleta” y jugar la elección presidencial por su cuenta.

Afirma el líder de los  diputados de su partido, que si antes no lo habían hecho es porque les faltaba la seguridad, estructura y militancia que hoy tienen.

O sea, ya cuentan en las sumas y restas oficiales.

Supongo que contarán más, mucho más en la medida que sus electores no lo serán del PRI, justamente en una elección que estará infinitamente competida y que se ganará, sin duda, por un margen muy pequeño.

Dice Sesma que hoy están preparados para ir solos, cuando antes hicieron alianza por igual con panistas o priistas, lo que los “carga de energía y emoción”.

Y la pregunta es si existen.  Si en realidad el PVEM es una alternativa para millones de jóvenes que van a votar por primera vez, para otros muchos miles de jóvenes que están decepcionados de los partidos políticos.

El diputado Sesma, una de las voces más importantes de su partido, insiste en que tienen una alianza con el proyecto de reformas del Presidente Peña Nieto. A quien, por lo visto, no identifican plenamente con el PRI. Y que seguirán a su lado hasta el final de este sexenio.  De Peña, no del PRI.

Uno tendría que preguntar qué agravios recibieron del partido “aliado” para irse por la libre.

En realidad, se trata de una ecuación de “ganar-ganar”.  El partido Verde tiene una gubernatura, en Chiapas, donde Manuel Velasco ha dado resultados extraordinarios, incluso contra la realidad de ser la entidad más pobre del país, donde la gente tiene menos ingresos que en cualquier otra parte.  Y en elecciones locales muy apuradas, como sucedió en Quintana Roo donde el PRI perdió casi todos sus espacios políticos, ha despertado la confianza ciudadana.

¿Esto quiere decir que puede ganar la Presidencia de la República?  No lo creo, no al menos con el posicionamiento que tiene actualmente.  Pero, definitivo, el porcentaje de votos que tenga puede significar la diferencia inmensa para el partido que no logró su alianza, cualquiera que sea.

La inundación, trágica, en Estados Unidos después del huracán “Harvey”, demuestra que los temas ambientales son de la más alta prioridad.  Padecemos las consecuencias de habernos olvidado de la importancia del clima, de la naturaleza, y ninguno puede negarlo.

Los jóvenes entienden con mayor facilidad esto.  Saben que deben cuidar su entorno y quieren un gobierno que se comprometa con los temas ecológicos.  Y los jóvenes, sobre todo quienes van a votar por primera vez, serán una “clientela política” muy codiciada por todos los protagonistas de la elección presidencial de 2018.

Sesma es de las voces más lúcidas de ese partido.  A ratos diría, incluso, parece mucho mayor de su edad.  Habla con calma, con una sabiduría que se puede asociar más fácilmente a hombres mayores.  Quiero creer que al interior de ese partido hay muchos otros como él, y que serán los que salgan a ofrecerle un proyecto de país distinto a los mexicanos.

Habrá que esperar unos cuantos meses para ver si la bicicleta camina bien sin rueditas, para comprobar que pueden caerse y levantarse y volver a subirse a la bicicleta.  Lo cierto es que separarse del PRI es un reto, y también una oportunidad, aunque suene a lugar común.

Para millones de mexicanos el PRI equivale a corrupción.  Y quitarse esa etiqueta va a costarle mucho a quien quiera que sea su candidato presidencial.  Este es, pues, un buen momento para separarse.

Dice Sesma que ellos son cumplidores y que el electorado lo sabe. Yo diría que ellos cambiaron las leyes para que no existan cuotas obligatorias en las escuelas públicas, y eso fue un verdadero cambio para la economía de millones de familias mexicanas.

En Tuiter: @isabelarvide Blog: EstadoMayor.mx Blog: CambioQRR.com